miércoles, 21 de septiembre de 2016

Siglo XVIII - Leona Vicario

          Breve Biografía de Leona Vicario

Leona Vicario nació en 1789 en Ciudad de México, en ese entonces, colonia de España. Feminista, periodista y heroína de la Independencia de México

María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, o simplemente Leona Vicario fue hija única de un matrimonio de abolengo; recibió una esmerada educación sobre ciencias, literatura, arte y música. Al quedar huérfana en 1807 quedó bajo la custodia de su tío, el prestigioso abogado Agustín Pomposo Fernández de San Salvador (1756-1842). De espíritu rebelde e independiente, Leona no admitía tutela alguna con respecto a su formación intelectual, así como en sus amistades y actividad social. 

Durante casi tres siglos, entre los siglos XVI y XIX permaneció la dominación española en un vasto territorio conocido como Nuevo Mundo. En 1535 se creó el virreinato de Nueva España, cuya capital era la Ciudad de México. Desde 1798 comenzaron a surgir rebeliones en contra de la despótica opresión de los colonizadores. En 1808 al ser invadida España por las tropas napoleónicas se inició una etapa convulsa tanto en España como en América. En México se formaron grupos de insurgentes liderados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla (1753- fusilado en 1811) quien dirigió militar y políticamente la primera rebelión del movimiento independentista, conocido como El Grito de Dolores en setiembre de 1810. 

Desde 1810 Leona se involucró en acciones a favor de la causa libertadora: fue miembro de Los Guadalupes, sociedad secreta que mantenía correspondencia con el sacerdote Miguel Hidalgo. Valiente y decidida, Leona actuó como mensajera, dio cobijo a fugitivos, envió dinero y medicamentos y colaboró con los rebeldes, dándole información de las novedades en la corte virreinal. Su tío, en cambio, era un destacado defensor de la monarquía, apoyaba la autoridad virreinal de la Nueva España y escribía panfletos en contra de la insurrección. 

En 1811 Leona conoció al joven abogado Andrés Quintana Roo (1787-1851), a pesar de la oposición de su tío, se enamoraron. Leona y Andrés compartían las mismas ideas sobre la independencia de México. Con gran convicción por la causa insurgente no dudó en financiar, con sus joyas y bienes, la fabricación de cañones en la localidad de Tlalpujahua, donde estaba el campamento de Ignacio López Rayón (1773-1832), secretario del cura Miguel Hidalgo. 

Fueron delatados y tras el fusilamiento del sacerdote, Leona fue vigilada y poco después apresada; fue declarada culpable y le incautaron todos sus bienes. Estuvo prisionera en el Convento de Belén de las Mochas, le presentaron los correos con su nombre, pero firme y valerosa, no delató a sus compañeros. En mayo de 1813 tres rebeldes disfrazados de oficiales la ayudaron a escapar hacia Tlalpujahua, donde se casó en 1814 con Andrés Quintana; a partir de entonces juntos colaboraron con los insurgentes. La pareja acompañó al ejército revolucionario en sus campañas, compartiendo peligros y privaciones. 

Fue una de las primeras mujeres periodistas de México, colaboraba con artículos políticos y difundía las ideas de los libertadores en los periódicos que editaba su esposo: "El Semanario Patriótico Americano" y el "Ilustrador Americano", donde exaltaba la libertad y condenaba la tiranía. A principios de 1818 pocos meses después de nacer su primera hija fue nuevamente capturada; su esposo intervino pidiendo clemencia y entregándose en su lugar. Los dos fueron confinados en la ciudad de Toluca y permanecieron aislados hasta 1820. 

En 1821 nació su segunda hija en la ciudad de México.. Ese mismo año, tras once largos años de luchas se proclamó la Independencia de México, como una patria libre e independiente del yugo español. El Congreso de la República le concedió a Leona una hacienda y ganado, además de tres casas en la ciudad de México: era conocida como “la mujer fuerte de la independencia”. 

Participó en las campañas políticas y periodísticas de su esposo. Alternó sus tareas de madre con artículos y comentarios en las páginas de "El Federalista", periódico que ella misma financiaba. Frecuentó tertulias literarias y políticas a las cuales asistían grandes personalidades de la sociedad liberal. En 1833 Quintana Roo fue nombrado Secretario de Justicia y más tarde Magistrado de la Suprema Corte de Justicia cargo que ocupó hasta su muerte. 

Leona Vicario de Quintana Roo falleció en 1842, a los 53 años,  en la ciudad de México. Fue nombrada "Heroina Mexicana" y “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”; hasta la fecha,  ha sido la única mujer en México a la que se le han ofrecido Funerales de Estado.

Fuentes y Bibliografia
http://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2918/10.pdf
http://web.archive.org/web/20131219071253/http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.php?pagina=exp-leona-vicario-articulo

sábado, 10 de septiembre de 2016

Siglo XIX - Cléo de Mérode

         Breve Biografía de Cléo de Mérode

Cléo de Mérode, su verdadero nombre era Cleopatra Diana de Mérode nació en 1875 en París. Bailarina y actriz francesa de la Belle Ëpoque. 

Nacida en una aristócrata familia austríaca era hija del pintor paisajista Karl Freiherr de Mérode (1853-1909). Siendo muy pequeña sus padres se separaron y Cléo vivió con su madre en París. Alternaba sus estudios con la danza, a los siete años ingresó a la academia de Ballet de la Ópera de París y a los once hizo su debut en el escenario. 

En 1896 fue elegida la mujer más hermosa al ganar un concurso de belleza realizado por la revista L´Illustration y en la Exposición en el Salón de París ese mismo año se presentó una escultura suya realizada por Alexandre Falguière (1831-1900), Un verdadero escándalo para la época, ya que la “Bailarina” tallada en mármol blanco estaba desnuda; aunque Cléo siempre desmintió que ese cuerpo fuera el suyo, aumentó su notoriedad. 

A diferencia de otras bailarinas de la Belle Epoque, como Carolina Otero,  Cléo no fue una cortesana, aunque se le atribuyó varios amantes que ella negó, entre ellos el rey belga Leopoldo II. Tenía además de belleza, gracia al danzar, gran capacidad interpretativa y habilidades coreográficas. De grandes ojos oscuros, largos cabellos negros y cuerpo perfecto deslumbraba a todos por igual, pero mantenía siempre su imagen de mujer casta: grandes fotógrafos de la época, escultores y pintores como Edgar Degàs y Toulouse-Lautrec entre otros, capturaron su belleza casi etérea, inaccesible.

Fue la gran vedette del cabaret Folies Bergère; también bailó en grandes escenarios de Europa entre 1898 y 1934; Hamburgo, Berlín, Budapest, San Petersburgo y Nueva York, en Estados Unidos. Llegó a ser la primera bailarina en el Ballet de Rusia. Cléo bailó hasta casi los cincuenta años y luego se retiró a Biarritz donde abrió una academia de baile para niñas, en la que enseñó hasta los ochenta años. 

Luchó toda su vida defendiendo su reputación de mujer digna y en 1950, teniendo más de setenta años ganó una demanda contra la escritora Simone de Beauvoir que la había tratado de cortesana en su libro “El segundo sexo”. 

Cléo de Mérode murió sola en Biarritz, con signos de demencia y olvidada en 1966, a los 91 años. Sus restos están en París en el cementerio de Père Lachaise.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Siglo XVIII -Theroigne de Méricourt

                     Breve Biografía de Theroigne de Méricourt

Theroigne de Méricourt , nacida como Anne Josephe Terwagne en 1762 en Marcourt, cerca de Lieja, durante la época de la dominación austríaca, actual Bélgica. Cantante, cortesana, feminista y heroína de la Revolución Francesa.

Hija de campesinos acomodados y huérfana de madre a los cinco años, al no tener buenas relaciones con la nueva esposa de su padre, abandonó la casa familiar y se empleó primero como sirvienta y más tarde fue dama de compañía de la señora Colbert; con ella aprendió a leer y escribir, música y literatura, transformándose en una mujer muy ilustrada. En París a partir de 1784 comenzó su vida como cantante, aunque dio muy pocos conciertos, al mismo tiempo fue una célebre cortesana, teniendo varios amantes. Su vida transcurrió entre Paris, Londres e Italia.

Anne Josephe, en 1789 con 27 años, se encontraba en París cuando comenzó la Revolución Francesa; vestida con un traje de montar escarlata (de Amazona) y una pluma en su sombrero de ala redonda adoptó el nombre de Theroigne de Méricourt y se involucró en actividades revolucionarias. Asistía a los debates de la Asamblea Nacional reuniéndose con figuras muy influyentes de la Revolución. Estaba entusiasmada con las ideas de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, pero pronto se dio cuenta que las mujeres no tenían acceso a la soberanía política, que estaban excluidas de los derechos supuestamente universales.

Esta heroína exigió la igualdad entre hombres y mujeres y su derecho a ejercer todos los oficios. Propuso la creación de un "regimiento de amazonas”. Gran oradora, con su vehemente discurso instaba a las mujeres a tomar las armas y pelear como los hombres: “¡Ciudadanas!.... Armémonos… abandonen el estado de nulidad e ignorancia al que las condenaron la arrogancia y la injusticia de los hombres. Debemos reclamar el derecho de morir por la libertad…” 

Luchadora revolucionaria, valiente y decidida, muy hábil con el sable y el fusil, tomaba parte en las insurrecciones, combatía en las batallas, estuvo en la vanguardia durante la toma de la Bastilla (1789) y en el asalto a las Tullerias que derrocó a la monarquía en 1792. Por su actitud militante Theroigne fue llamada “La Primera Amazona de la Libertad”, luchó por los derechos de las mujeres y fue muy querida por todas las que pelearon a su lado. 

Luego de la ejecución de Luis XVI (1754- enero de 1793) comenzó un nuevo régimen llamado “Reino del Terror” (entre 1793 a 1794) durante el cual Robespierre (1758-1794) gobernó Francia apoyado por los jacobinos más radicales. Este período llevó a la muerte en la guillotina a miles de personas sospechosas de ser enemigos del pueblo.

Theroigne aunque luchaba por la caída de la realeza, rechazaba las brutales represiones y las matanzas, fue acusada de apoyar a los girondinos e insultada; en mayo de 1793 fue apaleada y azotada en el jardín de las Tullerías por airadas mujeres del partido jacobino, que la dejaron en la calle semidesnuda. 

Este acto humillante precipitó a Theroigne hacia la demencia. Fue internada en varios asilos y por último en un manicomio, sólo hablaba de la Revolución. La locura la salvó de la guillotina, pero la condenó al ostracismo. No tuvo reconocimiento como heroína de la Revolución y pronto fue olvidada. 

Theroigne de Méricourt murió en 1817 tras veinticuatro años de encierro, sin haber recuperado la razón.