lunes, 15 de mayo de 2017

Siglo XIX - Julia Lafranconi

           Breve Biografía de Julia Lafranconi

Julia Lafranconi nació en Isla Juncal, cerca de Carmelo, Uruguay en 1890. Navegante del río Uruguay y guardabosque de la Isla Juncal.

La Isla del Juncal está ubicada en el lugar donde se unen los ríos Paraná y Uruguay, entre las costas de Guazucito, pueblo del lado argentino y Carmelo del lado uruguayo; estos ríos forman el estuario y nace allí, el kilómetro cero del Río de la Plata.

A mediados de 1880 se estableció su primer habitante, Enrique Lafranconi, de ascendencia italiana, convencido que este pequeño suelo se convertiría pronto en una isla donde poder plantar álamos, anacagüitas y cultivar una huerta; la tierra arenosa fue acumulando sedimentos, camalotes, troncos y arena hasta formar una pequeña isla (la última medición es de 1969: tenía más de 500 hectáreas). Poco después Enrique junto a una negra liberta de la ciudad de Salto, María Concepción Sosa Lago, tuvo seis hijos, siendo Julia la segunda. 

Cerca del año 1900 la madre enloqueció y fue llevada a un hospicio de Montevideo, del cual nunca saldría; años después murieron el padre y los dos hermanos menores. Lugar de poca o ninguna vigilancia policial, era el refugio ideal elegido de piratas, aventureros y contrabandistas: cuatreros que robaban ganado en las estancias de Buenos Aires, cruzaban el rio Paraná para venderlos en Entre Rios o en Uruguay.

Julia de 15 años, un hermano mayor y dos hermanas menores vivieron juntos en la Isla Juncal. Subsistieron haciendo frente a la adversidad del paraje, pescando y vendiendo frutos tanto en Carmelo como en el Puerto de Frutos del Tigre. Vistiendo ropa de hombre y armada con un rifle, Julia navegaba entre las costas; estableció un saladero de anchoas y compró una nueva barca a la cual bautizó “El tiempo se lo dirá”. Esta mujer alta y de mirada penetrante, frecuentaba las tabernas bebiendo y fumando junto a los hombres del lugar. 

Del comercio de los frutales, pasó a regentear el contrabando, vendiendo repuestos para camiones, máquinas y tractores desarmados; era una zona de tránsito obligado para inmigrantes indocumentados: primero judíos huyendo de la Segunda Guerra Mundial, más tarde nazis desde 1941 a 1950 rumbo a la Argentina de Juan Domingo Perón. Ya en esta época era “Doña Julia”, dueña y señora de la Isla: aduaneros, comerciantes y grandes señores de Buenos Aires hacían negocios con ella. Mujer aguerrida y de voluntad inquebrantable, Doña Julia era fuerte, firme, decidida, a la vez, era temida y muy respetada.

Al morir Alba, una de sus hermanas, se hizo cargo de las dos sobrinas, años después estas se radicarían en Carmelo. A la hermana menor, Josefina, la echó de la isla, con sus dos hijos, y se quedó con el marido; según la versión que circula, vivió varios años con este hombre Ramón Guillermino, pero como venganza, años más tarde, una de las sobrinas huyó con él de la isla.

En los años ’50 el entonces presidente del Uruguay desde 1947 a 1951, Luis Batlle Berres (1897-1964) la nombró Guardabosque de la Juncal para frenar la expansión argentina en el delta. Patrona de la Isla Juncal, Doña Julia supo imponerse a los hombres más feroces y vivió sola en la isla siempre con su carabina en la espalda y fue la última pobladora de la isla.  

Julia Lafranconi falleció a los 86 años, en 1976 y está sepultada en el cementerio de Carmelo, en un panteón que se hizo construir. Los habitantes de más edad de la ciudad la recuerdan con nostalgia; la isla hoy está deshabitada.  

Libro:  "Tres muescas en mi carabina" - Carlos María Dominguez - 2012

Siglo XX - María Valéria Rezende

            Breve Biografía de María Valéria Rezende

María Valéria Rezende nació en 1942, en Santos, en el litoral de San Pablo. Activista, escritora, educadora y monja brasileña. 

La mayor de seis hermanos, María Valéria vivió en Santos hasta los 18 años, ayudando en la crianza de sus hermanos. Entró en la Congregación de Nuestra Señora – Santo Agostinho Cónegas, donde a los 24 años profesó como monja. Durante la Dictadura Militar brasileña (1964-1985) el movimiento de la Teología de la Liberación y fieles de la Iglesia Católica, entre los que se encontraba María Valéria, comenzaron una Campaña de Alfabetización  en diferentes regiones del país. A través de un largo proceso de educación y concientización se internaban en el campo y en los barrios obreros para ayudar a los trabajadores y a los militantes que luchaban contra el régimen militar. 

María Valéria debió exiliarse y vivió en lugares como Angola (Africa), Timor Oriental (en el archipiélago malayo) y Francia, donde se especializó en literatura francesa en la Universidad de Nancy y obtuvo una maestría en sociología.  Fue invitada en 1979 para ir a Nicaragua, durante la Revolución Sandinista (1879-1990), a ocuparse de la alfabetización de los agricultores; más tarde viajó a Cuba. para enseñar a los trabajadores de los cañaverales. Gran activista y valiente, en 1985 y durante diez años, pasó varios meses en Cuba para organizar Encuentros Latinoamericanos y Caribeños de Educación Popular, en Casa de las Américas. 

De regreso a Brasil, vive a partir de 1988 en Joäo Pessoa; esta monja misionera, ha viajado por todo el mundo enseñando y predicando la palabra de Dios. Debutó como escritora en 2001 con su libro “Vasto Mundo”, “historias” de la gente del noreste del Brasil: con humor, originalidad y mucha sensibilidad, nos habla de sus vivencias sobre el dolor y el amor, el miedo y las relaciones sociales. María Valéria es autora de novelas, cuentos, crónicas, literatura infantil y juvenil; ha plasmado en su obra literaria sus experiencias en diferentes culturas, la alfabetización de adultos, sus sentimientos y sus impresiones. 

Fue ganadora varias veces del Premio Jabuti, otorgado por la Cámara Brasileña del Libroen 2009 en la categoría de literatura infantil, con el “Riesgo de Caracol”, en 2013 categoría juvenil con el “Oro dentro de la cabeza” y en 2015 por el libro de ficción “Cuarenta días”. En enero de 2017 recibió el Premio Casa de las Américas por “Otras esquinas” un libro intenso y lleno de reflexiones. Sobre este premio María Valéria ha declarado: “Este, en el fondo de mi corazón, ha sido siempre EL PREMIO que yo deseaba ganar. Es como una confirmación de mi “cubanidad” que sigue siendo una de las cosas más importantes de mi vida”

Mujer fuerte y decidida, ha dedicado su vida a la educación y la alfabetización de jóvenes y adultos. Está escribiendo una nueva novela “Carta a la reina loca” sobre mujeres brasileñas de la época colonial. María Valéria Rezende vive en Joäo Pessoa con tres hermanas de la congregación; activa e incansable, con sus 75 años sigue trabajando en proyectos sociales y actualmente ayudando a los inmigrantes procedentes de África y Haití.