Breve Biografía de Hafsa bint al-Hayy
Nació en el seno de una opulenta familia de origen
beréber, pasó su infancia y juventud en su ciudad natal, en un período de gran agitación política.
El Imperio Almorávide gobernó los territorios del Al-Ándalus entre 1090 y 1146. Ese año fue derrocado por los Almohades. El califato almohade y su dinastía bereber dominaron el norte de África y el sur de la Península Ibérica desde 1146 a 1212. Dotaron a la región de prosperidad económica y cultural, así como reunieron a los mejores literatos y científicos de la época. En la tradición cultural de los bereberes, etnia norteafricana, las mujeres gozaban de una mayor autonomía y las jóvenes podían participar de tertulias poéticas de la tribu, lo que estaba vedado en otras tribus árabes.
Imperio Almohade |
Dos años más tarde llegó a Granada el príncipe y gobernador Abu Said Uthman que se enamoró de la poetisa, y así Hafsa comenzó un triángulo amoroso conflictivo. En 1158 fue enviada a Rabat, en Marruecos, con un grupo de poetas y nobles granadinos a la corte del califa Abd al- Mumin, quien le concedió lo que se llama Rakuna, un salón literario, cerca de Granada, de ahí el nombre con el que se conocía a la poetisa Hafsa al-Rakuniyya o Perla de Granada.
Hafsa, con su actitud valiente y desafiante, despertó los celos y rivalidad entre sus amantes. Abu Yafar que había sido amigo y secretario del príncipe, escribía poemas y sátiras mordaces contra el gobernador, participando en una rebelión política. Fue encarcelado y finalmente crucificado en 1163 en Málaga.
A pesar de la prohibición de Abu Said, Hafsa lloró la muerte de su amante y
vistió ropas de viuda; le dedicó varios
poemas a su memoria donde plasmó su
dolor y ausencia. Sumida en su tristeza se retiró de la Corte, abandonó la actividad
poética y se consagró exclusivamente a
la enseñanza.
En 1184 viajó a Marrakesh, invitada por el califa Abu
Yusuf Yaqub al-Mansur, para dirigir la
educación de los príncipes y princesas almohades, donde permaneció hasta su
muerte, en 1191; tenía 56 años.
De esta poetisa arábigo-andaluza, gracias al interés de la familia Banu Saíd por mantener su legado, han sobrevivido diecisiete composiciones de gran calidad literaria. Escritas en lengua árabe abarcan poesía amorosa, mordaz, desafiante, elegía, versos satíricos e incluso obscenos, algo inusual en otras culturas de la época.
De gran cultura e independiente, Hafsa bint al-Hayy al-Rakuniyya fue muy respetada y está considerada la poetisa más famosa y célebre de Granada, en plena Edad Media.