martes, 7 de junio de 2022

Siglo XX - Aesha Ash

                  Breve Biografía de Aesha Ash

Aesha Ash nació en Rochester, estado de Nueva York, en 1977. Bailarina de ballet y docente afroamericana.

Aesha creció en una familia de clase trabajadora, que siempre la alentó a seguir sus sueños.  A los cinco años comenzó sus clases de jazz, tap y danza lírica; a los quince recibió una beca para la prestigiosa Escuela de Ballet Americana de la ciudad de Nueva York. A pesar de que siempre escuchaba que no había bailarinas negras, se destacó como una bailarina muy talentosa y antes de graduarse, recibió el Premio Wien L. Mae a la Mejor Promesa.

En 1996, con 18 años, comenzó su carrera profesional  al  formar parte del cuerpo de Ballet de la Ciudad de Nueva York,  con el que bailó e interpretó numerosos papeles solistas y principales.

Durante los siguientes siete años fue la única mujer afroamericana de la compañía; a pesar de la discriminación y los comentarios negativos de compañeros y profesores: “su cuerpo negro distrae”, debió luchar contra los prejuicios y trabajar el doble para que valoraran su talento. Sintiéndose aislada y menospreciada  por su color de piel, dejó la compañía en 2003 y desde entonces el cuerpo de Ballet de la ciudad de Nueva York no ha tenido bailarinas negras.

Ese mismo año, tras la muerte de su padre, Aesha, se unió al famoso Ballet Béjart de Lausana, Suiza, en calidad de solista. Luego de dos años de éxito en giras por Europa, regresó a Estados Unidos y se unió a Alonzo King LINES Ballet de San Francisco. Este bailarín y coreógrafo unía  el ballet clásico con una coreografía improvisada y más moderna. Durante un par de años, Aesha adquirió muchos conocimientos, a la vez que transmitía fuerza y musicalidad en sus movimientos; más tarde trabajó  en varias compañías de ballet bajo las órdenes de prestigiosos directores. También exploró otros tipos de danza y actividad física, como pilates; realizó estudios de anatomía para comprender mejor los músculos y movimientos del cuerpo. 

En 2008 se retiró del ballet profesional, se alejó de los escenarios porque con sus prejuicios raciales “el mundo de la danza la había lastimado mucho”. Se trasladó a California y volcó sus energías en sus dos pequeños hijos.

En 2011 Aesha Ash creó la fundación The Swan Dreams Project (=El proyecto de los sueños del cisne) donde a través de la fotografía y la danza  quiso  demostrar  al mundo que la belleza y el talento no están condicionados por la raza o el nivel socio económico. Las mujeres afroamericanas debían luchar por sus sueños.  

Recorrió  las calles de Rochester con sus vestidos de ballet  y los niños negros imitaban sus posturas de bailarina. Realizó talleres y campamentos donde enseñó baile, etiqueta e idiomas extranjeros a niños y niñas de comunidades desfavorecidas.

En sus 86 años de historia, la Escuela Americana de Ballet de la ciudad de Nueva York, fundada en 1934,  jamás había tenido un maestro negro, por lo que, a partir del 2020 Aesha Ash, con 42 años, se convirtió  en la primera mujer negra docente permanente.  

Muy decidida, esta talentosa artista, busca inspirar a los estudiantes, mujeres y hombres negros y transmitir sus conocimientos y entusiasmo en esta disciplina que definió como una “hermosa  forma de arte”.