Andrea Dworkin, escritora, activista y feminista estadounidense, nació en Nueva Jersey, en 1946. Su vida personal estuvo marcada por abusos de parte de su padre y más tarde, de su primer marido, un anarquista holandés que la maltrataba.
Tras licenciarse en Literatura en 1968, emprendió una fuerte lucha contra la pornografía, la pedofilia y la violencia contra la mujer. En su primer libro "El odio a las mujeres", editado en 1974, decía que su objetivo era "destruir el poder patriarcal en su fuente, la familia y en su forma más horrorosa, el Estado nacional"
Tuvo amenazas de muerte por su activismo en contra de la pornografía y llegó a ser acusada de promover la censura. Se defendió en varios ensayos: "Vida y muerte", "Escritos sobre la guerra continua contra las mujeres". Estableció un paralelismo entre los pies vendados en China, las mujeres quemadas en Europa en la Edad Media, y la pornografía. En 1981 apareció su obra: "Pornografía: los hombres poseen a las mujeres".
Junto a la jurista feminista Catherine MacKinnon, Andrea presentó una ley en 1983, que definía la pornografía como una violación contra los derechos civiles de las mujeres. No obstante, esa ley fue rechazada por inconstitucional, por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Todas sus obras enfrentaron grandes obstáculos para ser publicadas, aunque se produjeron en Estados Unidos: "el país de mentiras y perogrulladas, que nos dice que podemos hablar de lo que queramos", ironizaba Andrea. Muchas de sus ideas fueron manipuladas y malinterpretadas, diciendo que odiaba a los hombres, lo cual ella siempre negó: "lo que odio es la subyugación de las mujeres".
En el 2002 publicó su autobiografía: "Corazón roto: memoria política de una militante feminista". Ha publicado una larga lista de obras de ensayos, cuentos y novelas. Muy controvertida, Andrea ha tenido gente a su favor y muchos detractores, pero siguió adelante firme en sus convicciones; manifestó que "usaré todo lo que sé, incluso lo que sé de prostitución, para hacer el movimiento de mujeres más fuerte y mejor; daré mi vida al movimiento y por el movimiento. Prometí estar atada por honor al bienestar de las mujeres... Prometí vivir y morir de ser necesario por las mujeres. Hice ese voto hace 30 años y no lo he traicionado".
Luchadora incansable, su vida fue un ejemplo de actitud combativa y militante con la causa de la mujer que la llevó a arriesgarlo todo en función de sus ideales y principios.
Andrea Dworkin murió en Washington, en el año 2005, a la edad de 58 años.
Fuentes y Bibliografía
Totalmente de acuerdo.
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