Cixi (=Zishi o Tzu Hsi) nació en Cantón en 1835. Emperatriz y regente de China.
Poco se conoce de su infancia, sólo que su padre era uno de los guardianes de la Ciudad Prohibida. A los 16 años Cixi se instaló en la Ciudad Prohibida, como integrante del harem de concubinas del emperador Xian Feng, de la dinastía Qing. Para aprovechar el tiempo pidió permiso para estudiar literatura, caligrafía y la historia de China. En 1856 Cixi dio a luz un varón, el heredero del emperador, hecho que le permitió ascender a segunda consorte.
Cuatro años más tarde, en 1861, el emperador Xian Feng murió y Cixi, madre de su único hijo varón, asumió el poder como Emperatriz regente de la nación. La costumbre y legislación china no permitían tener una mujer en el cargo de emperador, pero con astucia e inteligencia, Cixi se rodeó de gente influyente, sobornó a espías y moviéndose en un clima de conspiración e intrigas, comenzó a ejercer el poder detrás de dos niños, primero su hijo, luego su sobrino.
Mujer de carácter fuerte y segura de sí misma, Cixi ejerció con mano firme y ambición los asuntos del Imperio chino. Con su política conservadora estuvo al frente del grupo manchú que apoyó la rebelión bóxer en 1900. Los ejércitos británicos y francés ocuparon La Ciudad Prohibida, en el centro mismo de Pekín y Cixi tuvo que huir de China, disfrazada de campesina.
Regresó en 1902, firmó la paz con los europeos y apoyó reformas constitucionales, entre ellas, abolir la tradicional práctica de desfigurar los pies a los niñas. Guangxu murió en 1908 y Cixi nombró a Puyi (1906-1967) como nuevo emperador, con sólo tres años. Ella murió al día siguiente, en Pekín, después de haber gobernado durante 47 años: fue uno de los reinados más extensos de la historia china.
Muchos nobles chinos lucharon y dejaron sus vidas para salvar la nación, pero la Revolución de 1911 derrotó la Dinastía Qing (1644-1912) y puso fin al régimen imperial. El último emperador Puyi reinó muy poco, porque la revolución le obligó a abdicar en 1912, estableciéndose la República de China.
Fuentes y Bibliografía
Poco se conoce de su infancia, sólo que su padre era uno de los guardianes de la Ciudad Prohibida. A los 16 años Cixi se instaló en la Ciudad Prohibida, como integrante del harem de concubinas del emperador Xian Feng, de la dinastía Qing. Para aprovechar el tiempo pidió permiso para estudiar literatura, caligrafía y la historia de China. En 1856 Cixi dio a luz un varón, el heredero del emperador, hecho que le permitió ascender a segunda consorte.
Cuatro años más tarde, en 1861, el emperador Xian Feng murió y Cixi, madre de su único hijo varón, asumió el poder como Emperatriz regente de la nación. La costumbre y legislación china no permitían tener una mujer en el cargo de emperador, pero con astucia e inteligencia, Cixi se rodeó de gente influyente, sobornó a espías y moviéndose en un clima de conspiración e intrigas, comenzó a ejercer el poder detrás de dos niños, primero su hijo, luego su sobrino.
La Emperatriz Orquídea, como era conocida, dirigió con carácter enérgico y decidido, un país inmenso, sometido a graves presiones internacionales y a luchas internas por la corrupción y la inestabilidad. Su hijo Tongzhi asumió el poder imperial a la mayoría de edad en 1873, pero murió dos años después, en 1875, sin dejar descendencia. Cixi nombró como heredero a su pequeño sobrino Guangxu (1873-1908) siguiendo en el poder hasta 1889 cuanto éste alcanzó la mayoría de edad.
Desde 1860 a 1898 los chinos habían tenido que soportar la presencia de extranjeros, aunque muchos grupos conservadores y de pensamiento xenófobo querían la expulsión de todos ellos. China había fracasado en 1884 al querer expulsar a los franceses y había perdido Hong Kong (cedida a Gran Bretaña) tras la II Guerra del Opio contra los británicos (1856-1860). Guangxu bajo la influencia de los japoneses, inició una serie de reformas, en la enseñanza, la hacienda y el ejército. Ese tiempo se llamó "Las Reformas de los cien días", ya que sólo duraron de junio a setiembre de 1898.
En ese país devastado y empobrecido, Cixi se alió con los ministros y los militares para derrocar a Guangxu. Tenía que reforzar la monarquía y volver a ser emperatriz, por lo cual revocó los cambios políticos y encerró a su sobrino en 1898, en el Palacio Imperial, de donde no salió hasta su muerte, diez años después.
Mujer de carácter fuerte y segura de sí misma, Cixi ejerció con mano firme y ambición los asuntos del Imperio chino. Con su política conservadora estuvo al frente del grupo manchú que apoyó la rebelión bóxer en 1900. Los ejércitos británicos y francés ocuparon La Ciudad Prohibida, en el centro mismo de Pekín y Cixi tuvo que huir de China, disfrazada de campesina.
Regresó en 1902, firmó la paz con los europeos y apoyó reformas constitucionales, entre ellas, abolir la tradicional práctica de desfigurar los pies a los niñas. Guangxu murió en 1908 y Cixi nombró a Puyi (1906-1967) como nuevo emperador, con sólo tres años. Ella murió al día siguiente, en Pekín, después de haber gobernado durante 47 años: fue uno de los reinados más extensos de la historia china.
Muchos nobles chinos lucharon y dejaron sus vidas para salvar la nación, pero la Revolución de 1911 derrotó la Dinastía Qing (1644-1912) y puso fin al régimen imperial. El último emperador Puyi reinó muy poco, porque la revolución le obligó a abdicar en 1912, estableciéndose la República de China.
Fuentes y Bibliografía
Enérgica señora, si señor...
ResponderEliminarMe encantan la historia, sobretodo de grandes mujeres, es una lástima que por razones políticas se intente ensombrecer una parte de la historia.
ResponderEliminarGracias por compartir tus conocimientos.
Leer Mujer imperial de Pearl S. Nick.
ResponderEliminarRecomiendo leer La gran dama de Pearl S Buck.
ResponderEliminar