Emma Kunz nació en 1892 en la comuna suiza de Brittnau. Pintora, sanadora, espiritualista y visionaria suiza.
Sus padres eran tejedores y Emma mostró desde pequeña un don para la percepción extrasensorial. Fue una naturópata telepática: con sus poderes espirituales lograba curar a las personas, armonizando y equilibrando todos los niveles del ser: cuerpo, mente y energías. Usaba hierbas y un polvo de roca muy terapéutico que descubrió en una cantera de piedra romana, cerca de Zurich: era un producto natural que se extraía del interior de la tierra. Admirada por las diferentes aplicaciones en que usaba este mineral sanador, Emma le dio el nombre de “AION A” que en griego significa ilimitado.
Estudiosa de las ciencias esotéricas y filosóficas, comenzó a crear dibujos geométricos y simétricos a través de los cuales intentaba transmitir sus conocimientos de las energías psíquicas. Usaba un péndulo como herramienta y estímulo; las formas se le aparecían en su imaginación y ella las dibujaba, siguiendo su intuición. Parecía que estuviera en trance, pues al terminar el dibujo, quedaba asombrada contemplándolo.
Ha creado un grabado en el cual está dibujado la evolución energética del feto del hombre del Siglo XXI. Emma comentaba que el nuevo hombre tendría su yo superior desarrollado en el nacimiento, tendría más resistencia ante la enfermedad, más inteligencia y una mayor espiritualidad: actualmente se les conoce como niños Indigos.
Su obra ha sido estudiada por expertos geobíólogos, y por ellos sabemos que para los sanadores espirituales la matemática del universo y la geometría son la base de sus trabajos: cruces templarias, estrellas de David, ángulos de 60º, es una geometría sagrada. En estos crípticos mandalas hay un centro energético, fueron creados para curar nuestros cuerpos y nuestras almas. Emma interpretó la armonía universal con el número cuatro: las cuatro estaciones, las cuatro fases de la luna; también está el ocho, símbolo del infinito. Las formas geométricas están relacionadas con las energías electromagnéticas.
En 1938 como visionaria Emma predijo las consecuencias del agujero de ozono, y un año después el desarrollo de la bomba atómica por los americanos. Emma Kunz murió en 1963, dejándonos su legado de casi cuatrocientos grabados.
Su casa en Suiza, es hoy un museo donde se exhiben sus cuadros. En reconocimiento a su trabajo como sanadora e investigadora, la oficina de correos estatal le ha dedicado un sello.
Después de la Segunda Guerra Mundial a la cantera se le dio el nombre de Gruta de Emma Kunz. A partir de entonces y hasta la actualidad, médicos de distintas especialidades, fisioterapeutas y masajistas, han obtenido excelentes resultados en la aplicación de este polvo de roca, en sus tratamientos a los pacientes.
Fuentes y Bibliografía
Tiene alguna relación con el cuento de J.L.BORGES con ese nombre?
ResponderEliminarHola Julio, no creo que haya ninguna relación. El cuento de J.L.Borges se llama Emma Zunz.
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog.