lunes, 11 de julio de 2011

Siglo XX - Dagmar Garroux

Breve Biografía de Dagmar Garroux

Dagmar Garroux, nació en 1952 en San Pablo. Pedagoga brasileña y fundadora de la Casa de Dewey.


Dagmar vivía con su familia, en un loft en la Granja Julieta, un barrio residencial de San Pablo. Se graduó en pedagogía en la Universidad de San Pablo, desempeñándose como maestra; al no estar satisfecha con los métodos de enseñanza convencionales, en la década de 1970 dio clases a chicos con problemas de aprendizaje, hijos de refugiados de guerra y de la dictadura. Casada con el artista plástico Saul Garroux, compraron en 1988 una casa en la parte sur, en un barrio tranquilo cerca del centro de la ciudad, con la calma y la paz de una casa de campo.

Luego de unos años, la zona empezó a ser invadida por favelas (=chabolas, chozas, rancheríos) y por gente de bajos recursos. Formada por los barrios de Jardin Angela, Capäo Redondo y Parque San Antonio, donde viven más de medio millón de marginados, se conoce como el “Triángulo de la Muerte” y constituye una de las regiones más pobres y de extrema violencia del sur de San Pablo.

En vez de trasladarse a otra zona a vivir, Dagmar, tras ayudar a unos siete niños que huían de grupos paramilitares (=el Escuadrón de la Muerte, eran policías que mataban en las favelas, a presuntos delincuentes), decidió con el apoyo de su marido, transformar su casa en un centro educativo y cultural. Había sido discípula del gran pedagogo brasileño Paulo Freire (1921-1997) y, siguiendo sus enseñanzas, implementó con éxito la cultura y diversión como herramientas de educación. La filosofía de Freire y sus libros “Pedagogía del Oprimido” y “Pedagogía de la autonomía”, fueron la base del método que utilizó Dagmar para crear la “Pedagogía del Arco Iris”.

La Tia Dag, como se la conoce, con gran valentía y dedicación, fundó en 1994 la Casa de Zezinho, un centro de educación contra la violencia. Alli los niños y jóvenes de familias de bajos ingresos, tienen actividades sociales, culturales, artísticas y deportes; en cada habitación de la casa, pintada con cada color del arco iris, hay talleres de cocina, de inglés, cursos de informática, discusiones sobre educación sexual y sobre el mercado laboral. La música, capoeira (=combinación de danza y artes marciales), danza, teatro, reciclaje de papel, una variedad de actividades donde desarrollan sus mentes. Los niños deben asistir a la escuela pública o secundaria, y luego ir a este centro, pues son programas extra-escolares, la idea es que no estén en la calle ni con bandas criminales.

“La educación es la única forma de cambio social. Nada es imposible, con una buena educación podrán salir de la pobreza y ser más independientes. Con dedicación, amor y oportunidades, se pueden hacer realidad los sueños”, dice con firme convicción la Tía Dag, fundadora y presidenta de la organización. Su pedagogía está en el desarrollo del pensamiento crítico, deben aprender a pensar por si mismo, observar, escuchar y poder expresarse: el objetivo es fortalecer la autoestima, con entusiasmo y motivación. En la actualidad se llama la Casa de Dewey, desde hace 17 años, acoge a 1200 Zezinhos de 6 a 21 años. Es una organización no gubernamental, con donaciones de empresarios y un grupo de educadores voluntarios, muchos de ellos son “ex -Zezinhos”.

Dagmar, tía Dag, mujer generosa, decidida, creativa y con capacidad de innovar, ejemplo de amor incondicional, con un enorme interés social en el desarrollo de niños y jóvenes por medio de la educación y el tiempo compartido, abre una puerta de esperanza para el futuro. Su ejemplo se extiende a otras favelas de San Pablo, Río de Janeiro y en el mundo entero: en París, Nueva York.

Fuentes y Bibliografía

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