Breve Biografía de Lola Rodríguez de Tió
Dolores Rodríguez de Tió nació en 1843 en San Germán, Puerto Rico. Periodista, poetisa y revolucionaria.
Su padre, Sebastián Rodríguez de Astudillo fue uno de los fundadores del Colegio de Abogados; hombre de gran cultura, su casa era lugar de reunión de políticos e intelectuales. Dolores completó sus estudios en la gran biblioteca de su padre, interesándose en los clásicos, especialmente en Fray Luis de León. Muy joven comenzó a publicar poemas en distintos periódicos nacionales.
En 1863 se casó con el poeta y periodista Bonocio Tió Segarra (1838-1905) con quien compartió ideas culturales y políticas. Su casa fue el centro de frecuentes tertulias literarias, además se discutía sobre los problemas sociales y políticos de la isla. Firme en sus convicciones de liberar la isla del dominio español, Lola y Bonocio tuvieron una destacada actuación de resistencia y lucha en 1868, en el llamado Grito de Lares. Lola escribió la Letra Patriótica de “La Borinqueña” símbolo permanente de la rebeldía del pueblo y que ha perdurado desde 1952 como el Himno Nacional de Puerto Rico. En 1876 publicó su primer poemario “Mis Cantares” que le dio renombre literario, dentro y fuera de su país.
Tras el fracaso de la insurrección y prohibida la letra de "La Borinqueña", el matrimonio fue desterrado en 1877, hacia Venezuela. En 1880 regresaron a Puerto Rico, y reanudaron sus actividades literarias y patrióticas, defendiendo los derechos de la mujer y denunciando al gobierno colonial. Por sus ideas libertarias Lola y su esposo fueron deportados por segunda vez en 1887; primero a Venezuela, más tarde a Cuba permaneciendo hasta 1892. Viajaron a Nueva York, donde Lola participó de los movimientos independentistas cubanos y puertorriqueños.
Paralelamente a su actividad política Lola siguió escribiendo poesía que publicó en periódicos y revistas literarias, luego las reunió en libros “Claros y Nieblas” (1885) y “Mi libro de Cuba” (1893). Poetisa lírica los temas de sus versos fueron el amor, la patria, lo espiritual y religioso. Sus artículos y discursos expresaron sus ideas patrióticas, la justicia cívica y principalmente la educación de la mujer.
Tras la independencia de Cuba en 1899 regresó a La Habana donde fue
recibida con entusiasmo; en esta, su segunda patria, ejerció como Inspectora de Escuelas Privadas. En 1905 Lola enviudó de Bonocio Tió; en 1910 fue electa miembro de la Academia de Artes y Letras de Cuba y Socio de Honor de La Sociedad de Escritores y Artistas de Puerto Rico.
Reconocida como la primera poetisa puertorriqueña y defensora de los ideales de libertad, Lola Rodríguez de Tió murió en La Habana en 1924.
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