miércoles, 23 de octubre de 2019

Siglo XX - Margarita Nelken

         Breve Biografía de Margarita Nelken

Margarita Nelken Mausberger nació en 1896, en Madrid. Escritora, crítica de arte, periodista y política española

Margarita nació en el seno de una familia de comerciantes joyeros de ascendencia judeo-alemana. Junto a su hermana Carmen Eva (1898-1966) recibió una esmerada educación, poco frecuente en esa época, en literatura, varios idiomas, música y pintura. Carmen Eva tomará el seudónimo de Magda Donato y será una gran escritora, periodista y actriz. A los trece años Margarita se trasladó a París a estudiar pintura, lo que le permitió años después, de 1914 a 1916, realizar exposiciones de sus obras tanto en España como en el extranjero. 

Debido a una enfermedad ocular tuvo que abandonar esa actividad, dedicándose a la crítica y divulgación de arte: ya a los quince años había publicado su primer artículo sobre una obra de Goya, para una revista de arte inglesa The Studio, y luego pasó a colaborar en distintos medios de comunicación. Transgresora y valiente, frente a una sociedad conservadora, fue madre soltera en 1915, al nacer su hija Magda y en 1920, su segundo hijo Santiago, fruto de la relación con un diplomático casado, Martín de Paul, con quien se casará en 1933, luego que él se divorciara de su esposa. 

Margarita fundó en 1919 la primera “Casa de los Niños”, una guardería laica para atender a los hijos de las madres trabajadoras, casadas o solteras, pero al no aceptar una ayuda económica de la Iglesia que exigía que estuviera bajo las órdenes de monjas, se vio obligada a cerrar. Fue crítica de arte para diversos periódicos de Madrid y del extranjero, de varios artistas y distintas épocas: Rodin, Van Gogh, Picasso, entre otros, demostrando su gran conocimiento del arte de vanguardia. Impartió conferencias y cursos de arte en museos de Madrid y de París. 

Publicó numerosos artículos sobre los grupos sociales menos favorecidos, la condición social de la mujer, el feminismo y la política. Esta luchadora, de gran calidad humana, tuvo detractores por defender a los niños huérfanos o hijos de madres solteras, por criticar la explotación de los obreros y hacer campaña a favor del divorcio y que las mujeres se liberaran de la opresión masculina. Por esa dominación masculina y por la gran influencia de la Iglesia sobre las mujeres, Margarita votó en contra del sufragio femenino en 1931, como  Victoria Kent. Pensaba que “la mujer al no tener educación, otorgaría el voto según le indicara su marido, su padre o su confesor”. En las elecciones de 1933 las mujeres votaron por primera vez.

Por su militancia y compromiso socio-político fue la única mujer que salió electa diputada por el Partido Socialista durante tres legislaturas de la Segunda República; durante la guerra civil, en 1937 pasó a las filas del Partido Comunista. Estuvo en los frentes de guerra y publicó artículos como reportera de combate.

Margarita tuvo una amplia producción literaria, autora de varios libros, ensayos y estudios feministas, se destacó por su lucha a favor de la igualdad, la libertad y la justicia. En 1919 escribió “La condición social de la mujer en España”, “La trampa del arenal” (1923), “Una historia de adulterio” (1924), “Maternología y puericultura" (1926), “Las escritoras españolas” (1930), “Por qué hicimos la revolución” (1936). 

Tras el final de la guerra civil (1936-1939), Francisco Franco (1892-1975), instauró una dictadura que duró hasta su muerte. Margarita se exilió con su hija en México, donde retomó con entusiasmo su carrera de crítica de arte y su actividad literaria. De este período son sus obras “Las torres del Kremlin” (1943), “Primer frente” (1944) y los ensayos “Carlos Mérida” (1961 sobre el pintor y escultor guatemalteco), “Un mundo eterno. La pintura de Lucinda Urrusti”, una española exiliada en México, que fue editado póstumamente en 1976. 

La muerte prematura de sus hijos llevó a Margarita a un estado de depresión, que “embrutecerme de trabajo es el único modo de no dejarme arrastrar por el dolor”. Santiago de Paul  murió en 1944 alistado en el ejército soviético, durante la Segunda Guerra Mundial y Magda de Paul  en 1956, enferma de cáncer.

Margarita Nelken se mantuvo activa como crítica de arte y periodista hasta el final de sus días; falleció en México en 1968 a los setenta y ocho años.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Siglo XVII - Clara Peeters

                         Breve Biografía de Clara Peeters

Autorretrato - 1618
Clara Peeters nació alrededor de 1590 o 1594, no se conoce la fecha exacta, en Amberes, Países Bajos Españoles (actual Bélgica). Pintora flamenca.

No existen datos de su vida, según los historiadores, hay archivos del bautismo de Clara, en una iglesia de Amberes, como hija del pintor Jan Peeters en 1594. Otro documento encontrado menciona el casamiento de Clara Peeters, quizás la misma persona, en la misma iglesia con el pintor Henri Joosen en 1639. 

En los siglos XVI y XVII las mujeres no tenían acceso a recibir formación académica, ni podían asistir al taller de un maestro pintor, ya que les estaba prohibido observar modelos masculinos desnudos para su estudio, lo que les limitaba su aprendizaje. Además, era común que las jóvenes artistas se iniciaran en el taller de su padre; si se toman como ciertos los documentos encontrados, Clara pudo haber estudiado en su casa con su padre Jan Peeters. 

Siendo muy joven, tendría alrededor de 14 o 15 años, en 1607 apareció su primera pintura “Bodegón con galletas”; comenzó a pintar bodegones, un tipo de pintura que empezaba a surgir en los primeros años del siglo XVII. Está considerada como una de las precursoras de la naturaleza muerta o bodegón en los Países Bajos, durante la Edad Moderna. Se supone que Clara ha podido vivir en Amsterdam y La Haya, ya que muestra evidencia de las influencias de otros pintores holandeses de bodegones. 

Bodegón con flores y copa dorada 1611
Fue una innovadora y delicada artista, con un estilo realista, muy novedoso en su tiempo; sus bodegones muestran una detallada información sobre la lujosa vajilla que se usaba y los alimentos que se consumían en los hogares de las clases aristócratas: frutas, aves, pan, sal, pescados, mariscos, varios tipos de quesos y aceitunas, muchos eran alimentos importados. 

Hacia 1611 se puede apreciar más destreza y madurez en la imitación de texturas, como la mesa con los manteles y los bodegones de flores, en el manejo de espacio e iluminación, con fondos oscuros. En los llamados “bodegones dulces o de confitería” se pueden ver almendras, pasas, higos, panecillos, galletas y dulces de mazapán. 

En seis de sus obras incluye el mismo cuchillo, que puede haber sido suyo, colocado siempre en un lugar destacado del cuadro y en el mango se ve su firma en mayúscula: “CLARA PEETERS”. Varias composiciones de Clara incluyen halcones y gavilanes: el arte de la cetrería estaba asociada a la realeza y la alta nobleza. Meticulosa en el detalle, esta
Bodegón con flores y
lámparas-  1612
talentosa pintora, incluyó su autorretrato en jarras y copas: su imagen se ve reflejada hasta siete veces en un tamaño diminuto, con la paleta de colores en la mano. 

Su producción artística fue prolífica, entre 40 a 50 obras, aunque la realizó en un plazo muy breve, de 1607 a 1621. Sobre su muerte no hay ninguna información, pero se toma la fecha de su última obra conocida, después de 1621.

Clara Peeters fue la primera mujer pintora a la que el Museo del Prado, en Madrid, en octubre de 2016, le dedicó una exposición y la primera que se le dedica a nivel mundial. “El arte de Clara Peeters”, un conjunto de 15 bodegones de esta pintora flamenca.

sábado, 12 de octubre de 2019

Siglo XX - Serafina Quinteras

                 Breve Biografía de Serafina Quinteras

Serafina Quinteras, seudónimo de Esmeralda Gonzáles Castro nació en 1902 en Lima. Escritora, poetisa, periodista y compositora peruana

Esmeralda era hija de dos poetas reconocidos Nicolás Augusto Gonzáles Tola (1858-1918) y Delia Castro Márquez (1874-1939). Creció en un ambiente muy culto y fue influenciada por las reuniones en su casa de poetas y políticos. Desde joven alternaba en el periodismo con poemas y sátiras versificadas, utilizaba varios seudónimos, hasta que se identificó como Serafina Quinteras. Colaboró en diversas revistas y diarios: El Comercio, La Crónica, Buen Humor, entre otros. 

Su prima hermana Emma Castro Pervuli adoptó el seudónimo de Joaquina y juntas iniciaron una trayectoria musical componiendo música criolla y cantando, bajo el nombre de “Dúo Joaquina y Serafina Quinteras”. Serafina era autora de los sainetes y las letras de las canciones, mientras que Emma era la compositora musical y tocaba el piano: fue autora de las melodías de “El Ermitaño”, “Muñeca Rota”, “Todo y Nada”, entre otras, que lograron los mayores éxitos del dúo. En las radios de la capital peruana, cuando se presentaban a cantar eran conocidas como “Las hermanas Quinteras”. 

Cantautora y poetisa, Serafina, recopiló sus canciones por la década de 1940 en “El cancionero de Lima”; con gran ingenio y sabiduría, sabía extraer las costumbres limeñas y las volcaba en una columna humorística llamada Romance de Cartón en el diario El Comercial. Fue autora de dos libros humorísticos: en 1951 se editó “Así hablaba Zarapastro” y en 1955, “De la Misma Laya: Antología de Costumbristas y Humoristas Peruanos” con historias de la Lima colonial y republicana del siglo XIX, que han tenido varias ediciones. Serafina fue una de las fundadoras en 1952 de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (A.P.D.A.Y.C). 

Ha colaborado con otros compositores creando la letra de varios temas, como “Decepción“, “Lima de Siempre”, “Mi Primera Elegía”, “El Amor en un Hilo”, entre muchos otros. En 1963 año de las elecciones parlamentarias, compuso como sátira a los políticos, el vals “Parlamanía”: “los que prometen el oro y el moro y al llegar nunca hacen nada…no defraudaremos la fe popular, haremos casas de ochenta pisos, ómnibus nuevos, más de cien mil…”. Estuvo casada con el escritor y periodista Alberto Varela Orbegoso (1885-?) y tuvieron cuatro hijos, Raúl Alberto (1924-2007) escritor y director teatral, Blanca (1926-2009) gran poeta peruana, Nelly y Maruja. 

En 1989 se editó el cancionero “Cuarenta años después” con letras de sus composiciones y un año más tarde, “Cajón de Sastre”. Serafina Quinteras fue autora de libretos para radio y televisión; muchas de sus creaciones se presentaron en el Teatro de Comedias y fueron aplaudidas y disfrutadas por el público. La comedia “Callejón” de Serafina fue dirigida en 1994 por su hijo Raúl, en el Teatro Segura con gran éxito. 

Gran compositora y poetisa limeña, por su trayectoria y su fino humor ha sido elogiada y premiada: recibió el Premio del Concurso de Poesía en 1953; en 1996 la Medalla de Oro del Consejo Nacional de Mujeres y en el año 2000 la Orden El Sol del Perú en el grado de Gran Oficial

Serafina Quinteras o Esmeralda Gonzáles falleció en el año 2004 a los 101 años de edad. Sus cenizas fueron esparcidas alrededor del Puente de los Suspiros.


viernes, 4 de octubre de 2019

Siglo XX - Amalia de la Vega

                 Breve Biografía de Amalia de la Vega

Amalia de la Vega, nombre artístico de María Celia Martínez Fernández, nació en Melo, departamento de Cerro Largo en 1919. Compositora y cantante folklórica uruguaya. 

Hija de un militar, el coronel Luis Martínez y Ema Fernández, María Celia tenía tres años cuando su familia se trasladó a Montevideo debido al trabajo de su padre; un año después su padre murió. Aprendió a amar todo lo nativo, pues su madre cantaba los versos criollos de Elías Regules (1861-1929) e iba con frecuencia a Melo. Empezó a cantar sola en su casa y luego en reuniones familiares; con su grupo de amigos iba a festivales benéficos a cantar. No tenía un modelo de cantante a seguir, pero la única voz que influyó en ella fue la de Carlos Gardel (década de 1880-1923) quien cantaba cifras y estilo con guitarra criolla antes de cantar tangos.

Años más tarde, María Celia hizo su debut en 1942, a los 23 años, en las fonoplateas de Radio El Espectador y Radio Carve, tomando como seudónimo Amalia de la Vega.  Fue autora de letras y músicas de varias canciones, pero se destacó en la creación de melodías con las que musicalizó textos ajenos. El músico Walter Alfaro fue el promotor de su carrera y compositor de muchas de sus canciones.

Amalia de la Vega se destacó como cantante clásica y popular. En una entrevista comentó que nunca estudió canto; su voz era natural, fresca y espontánea, tenía un registro de voz de mesosoprano y una dicción clara; la melodía estaba definida en cada tema, cantaba con las guitarras criollas, otras veces con acompañamiento orquestal, dirigida por el maestro Federico García Vigil y otras acompañada de arpa y piano. Precursora del canto y de la música criolla, en su repertorio se encuentran las raíces de la música autóctona de nuestro país: la tapera, el mate amargo, la carreta, el caballo, el peón rural, el gaucho, los pájaros. Era tímida, pero exigente y de fuerte personalidad, tenía buen gusto para seleccionar e interpretar su repertorio a través de las milongas, las cifras y las vidalitas.

Musicalizó poemas gauchescos de varios poetas uruguayos como Bartolomé Hidalgo (1788-1822), Serafín J. García (1905-1985), Fernán Silva Valdés (1887-1975), Tabaré Regules (1889-1962), Osiris Rodríguez Castillos (1925-1996) y de Juana de Ibarbourou (1892-1979). Ampliaba el repertorio con temas argentinos y chilenos, con otros ritmos  

Su talento artístico trascendió las fronteras del país y recorrió con su voz y junto a guitarristas criollos de renombre, los escenarios de Argentina, Brasil y Chile. Grabó más de cien discos simples y de larga duración, entre ellos: “Amalia la nuestra”, “Manos ásperas”“Poetas nativistas orientales”, “Mate amargo” y “Juana de América”.  Recibió el cariño del pueblo que la llamaba “Primera dama del folklore oriental” o “Primera dama de la canción nativa”.    

Esta exquisita intérprete cantó en televisión en Canal 5 y Canal 10, pero no se sentía cómoda frente a las cámaras, prefería estar con sus guitarristas grabando en la soledad de los estudios. Cosechó elogios a lo largo de su brillante trayectoria, fue un referente y ha servido de inspiración a muchos músicos. 

Amalia de la Vega, virtuosa y tenaz difusora del canto nativista, recibió en el festival de Durazno, el Charrúa de Oro en 1974. Dejó de cantar definitivamente en 1985 y falleció en el año 2000, a los 81 años. 

Este octubre de 2019 en el Día del Patrimonio se homenajea su legado y su vida bajo el título: “La música del Uruguay: 100 años de Amalia de la Vega”.


martes, 1 de octubre de 2019

Siglo XVIII - Sophie Blanchard

                                 Breve Biografía de Sophie Blanchard

Marie Madeleine Sophie Armant de Blanchard, más conocida como Sophie Blanchard, nació en 1778, cerca de La Rochelle, sobre la costa atlántica, Francia. Primera mujer aeronauta profesional. 

No hay datos sobre sus primeros años de vida. Tampoco se sabe con exactitud la fecha de su casamiento, aunque muchos historiadores señalan que en 1804, a los veintiséis años se casó con Jean Pierre Blanchard (1753-1809) pionero de la aeronáutica profesional de la historia. Luego de ser el primero en volar en globo sobre Estados Unidos, Alemania y Polonia, en 1785 Jean Pierre junto al físico estadounidense John Jeffries (1744-1819), realizó un exitoso viaje al atravesar el Canal de la Mancha, en un globo de hidrógeno, desde Dover (Inglaterra) a Calais (Francia). 

Sophie se convirtió en una entusiasta artista del globo aerostático. Con su esposo cruzó el Canal de la Mancha en dirección opuesta desde Calais a Dover. Y en 1805 fue la primera mujer en hacer su primer vuelo en globo en solitario. La pareja continuó haciendo vuelos en globo. Durante un ascenso en La Haya, Holanda, Jean Pierre Blanchard sufrió un ataque cardíaco, cayó de su globo y falleció en 1809. 

Al quedar viuda, Sophie debía saldar las deudas de su esposo y lo único que tenía eran los globos aerostáticos. Para ganarse la vida, se convirtió en aeronauta profesional y se especializó en vuelos nocturnos; volaba sola realizando trucos artísticos en un columpio debajo del globo, otras veces ejerciendo el paracaidismo con perros. El emperador Napoleón I (1769-1821) la nombró “Aeronauta Imperial”, siendo responsable de organizar exhibiciones en festivales. Tras la abdicación de Napoleón, en 1814 se restauró la monarquía y asumió Luis XVIII (1755-1824). Sophie ascendió en su globo al Pont Neuf como parte de los festejos y el Rey la convirtió en “Aeronauta Oficial de la Restauración”

Llegó a realizar casi setenta ascensos en sus coloridos globos aerostáticos, con acompañamientos de fuegos artificiales. Pagó todas sus deudas y logró reconocimiento por su valentía. Esta audaz mujer, desafiaba los vientos para volar por los cielos y demostrando su habilidad y destreza, fue conocida en toda Europa por sus proezas. Como era pequeña y ligera, podía reducir la cantidad de gas para inflar el globo y en 1811 llegó a elevarse a 3.600 metros de altura en un viaje desde Roma a Nápoles. 

En 1819 Sophie hizo un ascenso nocturno sobre los Jardines de Tivoli, en París, con el objetivo de lanzar fuegos artificiales desde el aire, pero poco después de subir, sopló un fuerte viento y el globo comenzó a arder. Al estallar en llamas, hizo un brusco aterrizaje en el techo de una casa y Sophie Blanchard murió. Fue la primera mujer en fallecer en un accidente aeronáutico, tenía 41 años. 

Sus restos descansan en el cementerio de Père Lachaise y en su lápida fue grabado el epitafio: “Víctima de su arte y de su intrepidez”.