sábado, 3 de julio de 2021

Siglo XIX - Johanna Van Gogh-Bonger

      Breve Biografía de Johanna Van Gogh-Bonger

Johanna Gezina Bonger nació  en 1862 en Ámsterdam,  Holanda.
Editora, traductora, activista y comerciante de arte, cuñada de Vincent Van Gogh.

Nació en una familia holandesa de clase media; su padre, un agente de seguros, era aficionado a la música e influyó en su hija para que estudiara piano. Johanna  fue una buena pianista y estudio filología y literatura inglesa, fue  profesora de idiomas, sabía francés, inglés y alemán. 

Comenzó a los diecisiete años a escribir un diario personal detallado, donde describía  sus sentimientos  y experiencias, el cual se  convirtió, años más tarde, en una fuente de valiosa información.  Vivió un tiempo en Londres donde tuvo contacto con el auge del sufragismo y los movimientos obreros.

Al volver a su país, impartió clases de inglés en un internado de chicas y más tarde en el Instituto Femenino en Utrecht. En 1889 se casó  con Theodorus “Theo” van Gogh (1857-1891) un exitoso marchante de arte neerlandés y se trasladaron a París.  En enero del siguiente año nació su hijo Vincent, llamado así  por el gran amor que Theo tenía por su hermano mayor, el pintor Vincent van Gogh (1853-1890), a quien ayudaba económicamente y con quien mantenía una numerosa correspondencia.  Johanna  se sintió atraída por el ambiente bohemio de los artistas de fines del siglo XIX, y frecuentó la compañía de los intelectuales y los impresionistas de la “belle époque”.   

Desde 1888 Vincent  vivía en Arlés, al sur de Francia, donde se dedicaba a pintar, pero padecía de angustia, terror y alucinaciones.  Estuvo internado en sanatorios  mentales varias veces. A principio de 1890 se trasladó a Auvers-sur-Oise, cerca de París, donde pintaba  con gran entusiasmo: su actividad  artística fue intensa. Sin embargo, su depresión empeoró y en julio de ese año, se disparó en el pecho con un revólver. Theo  desconsolado  quiso preservar y promover la obra de su hermano, pero seis meses después que Vincent, murió en enero de 1891, a causa de la sífilis, a los treinta y tres años.

Johanna  Bonger  quedó viuda a los 28 años con su pequeño hijo y el trabajo que apenas  había empezado su marido: todas las obras de su cuñado que no tenían en ese entonces ningún valor  y un enorme número de cartas que Theo  guardaba con mucho cariño. “¿Cómo haría para que el mundo conociera al pintor Vincent van Gogh, si era casi  desconocido?,  solo había vendido tres obras en su vida”,  escribió Johanna en su diario.

Con gran valentía y determinación, se trasladó a Bussum, una ciudad holandesa donde había una gran comunidad artística; abrió una posada para poder mantenerse a sí misma y a su hijo; tradujo cuentos del francés e inglés al holandés y realizó un curso  autoguiado de crítica y comerciante de arte leyendo publicaciones de arte moderno. Tras un año de intenso trabajo, comenzó a organizar las obras de su cuñado, mientras leía la correspondencia  que habían intercambiado durante años los dos hermanos. 

En las cartas de Vincent  estaban los detalles de su vida diaria, sus temores que se mezclaban con el relato de las pinturas en las que estaba trabajando. Johanna  pudo saber sobre su arte, su técnica y cada una de las pinceladas que daban forma a su obra, también la compleja mente del artista cuando estaba angustiado y la genialidad que trasmitía en sus pinturas.

Al acercarse a reconocidos críticos de arte para mostrarle las obras, fue rechazada y menospreciada por ser mujer, pero con mucho convencimiento y perseverancia, ella organizó y realizó hacia 1900 alrededor de veinte programas exitosos en Holanda; pronto los museos se interesaron en las obras. En 1905 en el museo Stedelijk de Ámsterdam se realizó la mayor retrospectiva de la obra de Vincent van Gogh, con más de 450 obras de arte expuestas, lo que tuvo gran repercusión en toda Europa. 

Johanna se involucró en la esfera política, fue miembro del Movimiento de Mujeres Socialdemócratas de Ámsterdam y cofundadora de una organización dedicada al trabajo y los derechos de la mujer. Trabajó intensamente para editar la extensa correspondencia de los hermanos Van Gogh, más de 600 cartas, que ordenó en orden cronológico, tradujo y publicó en tres volúmenes en 1914.

La dedicación y responsabilidad que Johanna asumió para la difusión  de estas  cartas y todas las exposiciones que impulsó, hicieron posible la fama y reputación de Vincent van Gogh y desde mediados del siglo XX  es reconocido como un genial artista.

Johanna  van Gogh- Bonger  estaba traduciendo las cartas de Vincent al inglés, cuando murió en 1925, a los 62 años, en Holanda. 

Durante décadas su vida quedó en el olvido  hasta que en 2009,  Hans Luijten, investigador del Museo Van Gogh  en Ámsterdam, tuvo acceso por primera vez a los diarios personales de Johanna  y escribió su biografía. 

1 comentario:

  1. HERMOSA MUJER, GRACIAS POR RECUPERARLA, QUERIDA ILECARA...

    POR SU PERSONALIDAD, SU EXITOSO TRABAJO Y POR SER PIONERA EN LA LUCHA DE LAS MUJERES...QUEDARÁ GUARDADA EN LA MEMORIA Y ESTARÁ SIEMPRE NUESTRA GRATITUD POR MANTENER VIVA LA OBRA DE VIVENT VAN GOGH.
    ABRAZOS Y HASTA LA PRÓXIMA...

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