Emilia Plater nació en 1806 en Vilna (=Vilnius en lituano), Lituania. Heroína Nacional de la Revolución de Noviembre de 1830, de Polonia, Bielorrusia y Lituania.
Pertenecía a una familia aristocrática, era hija de un conde, sus padres se separaron en 1815; Emilia y su madre se trasladaron a Livonia (actual Letonia), en casa de sus tíos maternos, Plater-Zyberk. Allí recibió una buena educación junto con sus dos primos. Ávida lectora admiraba los grandes clásicos: Goethe (1749-1832) y Schiller (1759-1805); se interesó por la historia de Juana de Arco (1412-1431), a quien quería emular. Estudiaba matemáticas, escribía poesías; había recogido y transcrito textos y melodías de canciones populares, practicaba esgrima, equitación, caza y tiro al blanco: actividades poco frecuentes para jóvenes mujeres aristócratas.
Debido al interés por la historia y la política, tomó contacto con Philomath, una sociedad secreta de la universidad de Vilna, que estudiaba el desarrollo socio-patriótico y la literatura de Polonia y a los filósofos de la Ilustración. En los frecuentes viajes a Lituania que realizó desde 1824 a 1829, para conocer todo el pasado histórico polaco, fue influenciada por la causa nacionalista.
Las Particiones de Polonia es el término que se emplea para designar las divisiones sucesivas de la República de las Dos Naciones (o Mancomunidad de Polonia-Lituania) en el siglo XVIII entre Rusia, Austria y Prusia. Comprendía el actual territorio de Bielorrusia, Ucrania, Letonia y Estonia. Tras la Tercera Partición en 1795, Lituania pasó a formar parte del Imperio Ruso y Polonia desapareció del mapa político de Europa (en 1918 recuperó su independencia). Durante el Siglo XIX tanto los polacos como los lituanos intentaron recobrar su independencia. Se rebelaron por primera vez, en 1830, lo que se conoce como el Levantamiento de Noviembre.
Tras el estallido de la Revolución de Noviembre contra la Rusia Imperial, Lituana se vio muy afectada por los combates y se formó en Vilna un comité revolucionario. Emilia Plater fue una de las muchas mujeres lituanas que estaban en las líneas de los insurgentes: aguerrida, decidida, se cortó el cabello, se vistió de hombre y armada con pistolas y un puñal fue a luchar contra las tropas zaristas. Con prudencia y una gran capacidad organizativa, izando la bandera polaca y con el único afán de ver a su patria completamente liberada, alentaba a la población a unirse al levantamiento, y en abril de 1831 la unidad que lideraba se apoderó del fuerte Dünaberg.
Participó en varios enfrentamientos, compartió con los soldados las penalidades de la guerrilla - la fatiga, el hambre, el insomnio - y por su valentía en el campo de batalla, fue nombrada Capitán del Primer Regimiento de Infantería de Lituania. Aunque fue muy respetada y ganó el aprecio de su unidad, en los salones de la alta sociedad, a la que pertenecía, hubieron comentarios mordaces y la acusaban de inmoral.
En el camino hacia Varsovia para enfrentarse a otra lucha, Emilia se enfermó de agotamiento en los bosques de Samogitia, fue trasladada a la casa de un campesino, y a pesar de los cuidados, murió en diciembre de 1831. Tenía tan sólo 25 años. Aunque las fuerzas polacas tuvieron algunas victorias, la revuelta fue derrotada, la universidad cerrada y las represiones bloquearon el crecimiento de la región.
Emilia Plater se convirtió en el símbolo del heroísmo de las mujeres polacas que lucharon por la independencia. Sus restos están en Lazdijai, al sur de Lituania.
Su retrato de la cabeza y el cuello en los billetes polacos, representa el orgullo guerrero de la nación. Muchas calles y escuelas de Polonia llevan su nombre. El primer equipo femenino del Movimiento Scout de Polonia, también se llama Emilia Plater.
Fuentes y Bibliografía
Las Particiones de Polonia es el término que se emplea para designar las divisiones sucesivas de la República de las Dos Naciones (o Mancomunidad de Polonia-Lituania) en el siglo XVIII entre Rusia, Austria y Prusia. Comprendía el actual territorio de Bielorrusia, Ucrania, Letonia y Estonia. Tras la Tercera Partición en 1795, Lituania pasó a formar parte del Imperio Ruso y Polonia desapareció del mapa político de Europa (en 1918 recuperó su independencia). Durante el Siglo XIX tanto los polacos como los lituanos intentaron recobrar su independencia. Se rebelaron por primera vez, en 1830, lo que se conoce como el Levantamiento de Noviembre.
Tras el estallido de la Revolución de Noviembre contra la Rusia Imperial, Lituana se vio muy afectada por los combates y se formó en Vilna un comité revolucionario. Emilia Plater fue una de las muchas mujeres lituanas que estaban en las líneas de los insurgentes: aguerrida, decidida, se cortó el cabello, se vistió de hombre y armada con pistolas y un puñal fue a luchar contra las tropas zaristas. Con prudencia y una gran capacidad organizativa, izando la bandera polaca y con el único afán de ver a su patria completamente liberada, alentaba a la población a unirse al levantamiento, y en abril de 1831 la unidad que lideraba se apoderó del fuerte Dünaberg.
Participó en varios enfrentamientos, compartió con los soldados las penalidades de la guerrilla - la fatiga, el hambre, el insomnio - y por su valentía en el campo de batalla, fue nombrada Capitán del Primer Regimiento de Infantería de Lituania. Aunque fue muy respetada y ganó el aprecio de su unidad, en los salones de la alta sociedad, a la que pertenecía, hubieron comentarios mordaces y la acusaban de inmoral.
En el camino hacia Varsovia para enfrentarse a otra lucha, Emilia se enfermó de agotamiento en los bosques de Samogitia, fue trasladada a la casa de un campesino, y a pesar de los cuidados, murió en diciembre de 1831. Tenía tan sólo 25 años. Aunque las fuerzas polacas tuvieron algunas victorias, la revuelta fue derrotada, la universidad cerrada y las represiones bloquearon el crecimiento de la región.
Emilia Plater se convirtió en el símbolo del heroísmo de las mujeres polacas que lucharon por la independencia. Sus restos están en Lazdijai, al sur de Lituania.
Su retrato de la cabeza y el cuello en los billetes polacos, representa el orgullo guerrero de la nación. Muchas calles y escuelas de Polonia llevan su nombre. El primer equipo femenino del Movimiento Scout de Polonia, también se llama Emilia Plater.
Fuentes y Bibliografía
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