lunes, 5 de agosto de 2013

Siglo XX - Irma Abirad

         Breve Biografía de Irma Abirad 
                            
Irma Abirad nació en 1914. Docente, crítica literaria y fundadora de la primera Compañía de Títeres uruguaya. 

Irma dedicó su vida a la docencia, alternaba sus clases como profesora de literatura con las de declamación en la Escuela de Arte Dramático del SODRE. Con la clausura en 1944 de esta institución oficial de enseñanza de teatro, nació una compañía de títeres de vanguardia: la profesora Irma Abirad fundó el Teatro de Títeres Maese Pedro.

Apasionada por los títeres, Irma fue muy influenciada por el dramaturgo español Federico García Lorca (1898-1936) cuando, en su visita al Río de la Plata, entre los años 1933 y 1934 presentó en Buenos Aires, Argentina, su espectáculo de muñecos “El retablillo de Don Cristóbal”. También por el titiritero argentino Javier Villafañe (1909-1996) quien formó su propia compañía de títeres e hizo una gira en su carreta tirada por caballo por Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay y así difundir este arte. 

Con sus alumnos de la Ex Escuela de Arte, Irma formó un taller de artesanos: confeccionaban las marionetas con hilos, cincelaban y pintaban; era un trabajo interdisciplinario, ya que permitía desde el retablo de muñecos, la labor conjunta de pintores, músicos, escritores y actores. Distribuyó las tareas de acuerdo con las aptitudes de cada uno, unos eran escenógrafos, otros modistos, carpinteros y actores.

Irma sabía contagiar su entusiasmo y energía: los titiriteros debían estudiar la psicología de sus personajes. Los títeres al entrar en escena transmitían realismo, expresando las emociones de modo sencillo y con humor; además cada personaje tenía un intérprete, cuya voz iba en consonancia con el rol que representaba. “El títere será bueno si consigue armonizar la voz y el movimiento con la escenografía y las luces estudiadas para lograr el clima deseado” opinaba la directora. 

Esta atrapante y dinámica aventura artística tuvo mucho eco en varios artistas y profesores de la década de 1940 de Montevideo, que se unieron para hacer los bocetos de las cabezas, trajes y escenografías, terminando los muñecos en el taller de la propia compañía. La Compañía Maese Pedro participó desde un principio de la Asociación de Titiriteros del Uruguay (ATU) - UNIMA (Unión internacional de Marionetas), apoyando y promoviendo el arte de los títeres. 

El Teatro de Títeres actuaba como teatro independiente, lo que permitía a Irma desarrollar un programa cultural vasto, con un repertorio de alto nivel: se realizaban obras de autores uruguayos e internacionales. Se combinaba ritmo, vestuario colorido, humor, música y canciones; montó cuentos clásicos de niños y piezas teatrales. Incorporó la danza en el teatro de títeres: un ballet realizado con títeres de guante, donde las danzarinas giraban y levantaban las piernas imitando los equilibrios en punta de pie. Recibió muchos aplausos y elogios de parte de la prensa.

La gran difusión que tuvo en la década de 1950 llevó a la Compañía de Títeres a realizar giras por el interior del país, que alternaba con espectáculos en la capital; también se presentó en Argentina y Brasil. “Guiñol y la tabernera”, “La pesadilla de Guiñol”, “Aladino y la lámpara maravillosa”, “Pedro y el lobo”, “El lago de los cisnes”, eran algunos de los 38 títulos que Irma dirigía, con más de veinte intérpretes.

La trayectoria profesional de la talentosa y dinámica Irma Abirad cubría otras áreas: docente de literatura, crítica literaria, de artes plásticas y teatrales; de esta última tuvo una columna en el diario Últimas Noticias. Como fundadora y directora del Grupo de Títeres Maese Pedro fue una verdadera innovadora; invitada en varias ocasiones a dar conferencias e intercambiar experiencias sobre sus clases de animación, viajó a Europa, Egipto y Líbano. De este último país, recibió las Palmas Académicas en 1958.

Fue destituida por la dictadura uruguaya (1973-1985) por lo que desapareció también el Grupo Maese Pedro. Con los títeres de su compañía, y los que había juntado en sus numerosos viajes formó una colección que fue expuesta en Montevideo en 1985 y 1987. En 1998 Irma donó su colección completa de títeres al Estado Uruguayo, surgiendo así un año después el Museo Vivo del Títere, con el fin de difundir el arte de los títeres, con talleres, exposiciones y festivales.

Irma Abirad falleció en el año 2000, a los 86 años. 

En octubre de 2007 se realizó el 2 º Festival Nacional de Títeres (el primer Festival de Títeres fue en 1956) y se declaró a Maldonado como la Capital del Títere y al Museo Vivo del Títere con el nombre de “Irma Abirad”.

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