sábado, 29 de noviembre de 2014

Siglo XX - Morrnah Simeona

   Breve Biografía de Morrnah Simeona 
                                       
Morrnah Nalamaku Simeona nació en 1913 en Honolulú, Hawai. Sanadora hawaiana

Nació en una respetada familia nativa; su madre Lilia, una reconocida kahuna (=Kahea au o sacerdote que cura con cantos y palabras) era dama de honor de la reina Liliuokalani (1838-1917), la última y única mujer soberana de las islas hawaianas. 

La palabra “Kahuna” no tiene traducción directa, “Ka” significa luz y “huna” secreto, son palabras de la sabiduría sagrada y ancestral. En inglés, “Kahuna” se traduce como chamán, sacerdote o experto, es decir, quien es kahuna posee el poder de la sanación y los vínculos místicos de un sacerdote o líder espiritual. 

Morrnah fue elegida por una kahuna siendo una niña muy pequeña y recibió a la edad de tres años el don de curar. Creció aprendiendo por vía oral esta antigua tradición curativa que se trasmitía de maestro a alumno: ella escuchaba, repetía, memorizaba. Además de su formación Kahuna, concurrió a la escuela católica, donde las enseñanzas de Cristo, fortalecieron su formación espiritual. Más adelante fue influenciada por los estudios filosóficos de la India y China y los escritos de Edgar Cayce (1877-1945). Cayce fue un vidente y psíquico norteamericano que en estado hipnótico de trance, respondía sobre sanación, reencarnación e inmortalidad. 

Morrnah practicó sus dones de sanidad en voz baja, con gran respeto por sus ancestros. Fue también un maestro Lomi Lomi Lapa´au, es decir, un maestro del masaje de sanación hawaiano. Estudió anatomía e imposición de manos, así tuvo la capacidad de detectar energías que luego utilizaba en los tratamientos de masaje curativo. 

En la comunidad nativa un Kahuna sirve a todos por igual: está involucrado en problemas de la vida social, en la curación de enfermedades mentales, físicas y emocionales. Es una práctica comunitaria, ya que debe haber armonía y equilibrio entre el mundo exterior y el espiritual. Si una enfermedad no responde a lapa´au la´au (es decir, no logra la cura con hierbas medicinas), a lomi lomi (masajes) o a Kahea la´au (cantos de curación), significa que hay desequilibrio en la comunidad y será necesario el Ho´oponopono (curar a toda la familia, corregir el error) con la técnica de sanación mediante el perdón y la reconciliación. 

Morrnah con su sabiduría y experiencia, en la década de 1970 modificó el perdón tradicional hawaiano, a las realidades de la época y a la cultura occidental: unió en un sincretismo los conocimientos ancestrales junto a las enseñanzas de la religión cristiana (hay un Creador Divino) y las filosofías hindúes y chinas. Este Ho´oponopono es un nuevo proceso de sanación individual, de sendero espiritual.  

Ha declarado en varias entrevistas que: ”debemos darnos cuenta del verdadero Ser, ir más allá para acceder al conocimiento de nuestra propia divinidad”. “Somos la suma total de nuestras experiencias; nuestros miedos son recuerdos del pasado y las emociones están ligadas a estas memorias”. Para deshacerse de los recuerdos: “Limpia, borra y encuentra tu propio paraíso. ¿Dónde? Dentro de ti mismo”. El Ho´oponopono es una filosofía de vida basada en lo espiritual, en la libertad absoluta del pasado, usando el perdón y el amor. La técnica que utiliza es simple pero poderosa, repetir con convicción: “Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo”.

Morrnah difundió su proceso de Ho´oponopono dando conferencias y seminarios en más de catorce países y presentándose en numerosas universidades. Ha tenido muchos adeptos y al demostrar su eficacia, fue invitada a enseñar este método a las Naciones Unidas, a la Organización Mundial de la Salud  y a otras instituciones científicas. 

Fundó “Pacifica Seminarios” en la década de 1970, y más tarde la Fundación de “yo” (Libertad del Cosmos). En 1982 organizó el Primer Simposio Mundial de la Identidad del Hombre; con voz suave y mucha serenidad, transmitía sus conocimientos y enseñaba a las personas cómo alejar el estrés de sus vidas. Dedicó su vida al servicio de los otros, ayudando a sanar, llevando luz, alegría y paz interior. 

En 1983 fue reconocida como una kahuna lapa´au (=especialista en curación) y honrada como un “Tesoro Viviente de Hawai” por la Misión Hongwanji Honpa de Hawai (=Organización religiosa budista). 

Morrnah Simeona fue autora de tres libros de Auto Identidad basados en Ho´oponopono. Desde 1991 vivió en Munich, Alemania, hasta su muerte en 1992. 

En la actualidad muchos terapeutas y centros de salud siguen esta antigua filosofía hawaina y se han escrito varios libros basándose en las enseñanzas de Morrnah Simeona.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Siglo XIX - Flora Sandes

        Breve Biografía de Flora Sandes                                         
Flora Sandes nació en 1876 en Yorkshire, Inglaterra. Enfermera y primera mujer soldado inglesa de la Primera Guerra Mundial

Pertenecía a una numerosa familia de origen irlandés, Flora era la menor de los ocho hijos del reverendo Samuel Dickson Sandes y su esposa Julia Sofía Besnard. Cuando tenía nueve años, su familia se radicó en Suffolk, al este de Inglaterra, en el Reino Unido; recibió la típica educación de las niñas de la época, con una institutriz en su domicilio. De carácter independiente a Flora le gustaba montar a caballo y aprendió a conducir un viejo coche de carreras francés. 

Teniendo poco más de veinte años, recibió la herencia de un tío rico y viajó por el mundo, desde El Cairo, Egipto, a Canadá y a otros países americanos. De regreso a Inglaterra recibió capacitación como Enfermera de Primeros Auxilios en Yeomanry Corps (First Aid Nursing Yeomanry, FANY, fundado en 1907) y luego se unió a Mabel St. Clair Stobart, fundadora del Cuerpo de la Mujer Enfermos y Heridos. 

Al estallar la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Gran Bretaña envió servicios de ambulancias y enfermeros a Serbia en la lucha contra los austríacos y alemanes. A principios del siglo XX muchas mujeres trabajaban fuera del hogar sustentando la familia, pero la sociedad británica no aprobaba que fueran a la guerra. Como miembros del FANY, las mujeres servían en hospitales de campaña, atendiendo a soldados heridos y en las cantinas de la tropa, pero no se les permitía participar cerca de los campos de batalla. 

Con espíritu aventurero, Flora con treinta y ocho años, se alistó como voluntaria en el servicio de ambulancias Saint John y partió en agosto de 1914 en el convoy británico hacia el frente serbio, junto a otras treinta mujeres para prestar ayuda humanitaria. Se unió a la Cruz Roja Serbia conduciendo una ambulancia y estando en Albania se enroló como soldado en el ejército serbio, que sí aceptaban mujeres en sus filas. Fue la única mujer inglesa que luchó en el frente de batalla durante la Primera Guerra Mundial. 

Durante los ataques, esta aguerrida mujer demostró temple para disparar, resistencia ante la invasión, vivía en las trincheras con sus compañeros soldados, dormía debajo de sus abrigos y compartía la comida; de cabo fue ascendida a Sargento Mayor y por su valentía recibió la más alta condecoración militar de Serbia: la Orden de la  Estrella de Karadjordje. Fue herida gravemente en una batalla, y aunque salvó su vida, no pudo volver al frente. 

En 1916 publicó su autobiografía “Una mujer Inglesa sargento del Ejército serbio”. Después de seis años de servir en el ejército, se le concedió el rango de Capitán, retirándose en 1922; permaneció en Serbia, en la ciudad de Belgrado, organizando un hospital de campaña, para atender a soldados enfermos y heridos. 

En 1927 Flora se casó con un ex compañero de batalla, el soldado ruso Yuri Yudenitch, siguieron viviendo en Serbia, que en esa época pertenecía a la recién formada Yugoslavia. Decidida e inquieta, Flora manejó el primer taxi que hubo en la ciudad, además de dar clases de inglés; más tarde, con su uniforme militar, emprendió una gira por varios países para dar conferencias sobre sus experiencias de guerra: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos. Valiente y transgresora, Flora está considerada una heroína, una gran luchadora por la libertad del pueblo serbio. 

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial los nazis invadieron el país y Flora volvió a enrolarse en el ejército. Tenía sesenta y cinco años cuando fue detenida por la Gestapo, días después la liberaron; en 1941 sufrió la muerte de su marido. 

Después de la liberación retornó a Inglaterra a través de África del Sur. Flora Sandes-Yudenitch pasó sus últimos años en Suffolk donde murió en 1956, a los ochenta años.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Siglo XIX - María Zakrzewska

    Breve Biografía de María Zakrzewska                                             

María Elizabeth Zakrzewska nació en 1829 en Berlín, Prusia (parte de la Confederación Alemania). Docente y doctora pionera norteamericana

Pertenecía a una noble familia polaca y era hija de una partera. Siguiendo el ejemplo de su madre estudió en el prestigioso Hospital Real de Caridad, donde obtuvo el título de partera. A los pocos meses y con sólo veintidós años, fue ascendida a jefa del programa de estudios de parteras en el mismo hospital que había estudiado. Al sufrir la envidia y la misoginia de los médicos hombres, a los seis meses renunció y emigró a Estados Unidos en 1953 con la esperanza de encontrar igualdad de oportunidades en medicina. 

En Nueva York tampoco fue fácil, muchas universidades no aceptaban mujeres; al hacer amistad con la Doctora  Elizabeth Blackwell, primera médica mujer estadounidense (1849), la animó a asistir en 1854 a la Escuela de Medicina de la Universidad de Cleveland, Ohio, donde ya estudiaba su hermana  Emily Blackwell. María fue una de las seis mujeres que ingresaron como estudiantes en la década de 1850.  El estudio fue arduo porque no dominaba bien el idioma inglés, pero su gran voluntad y tenacidad, unidas a su formación europea y su experiencia lograron que se graduara de doctora en medicina en 1856. 

En 1857 María viajó a Nueva York para unirse a las hermanas Blackwell, juntas establecieron una escuela de medicina para mujeres y escuela de enfermería para mujeres y niños. María Zakrzewska fue nombrada doctora residente y Emily Blackwell, cirujana jefe. 

En 1859 María se trasladó a Boston a dar clases en el Colegio de Medicina de la Mujer de Nueva Inglaterra, esta institución había sido fundada en 1848 como el primer centro de enseñanza médica para la mujer; los estudios se centraban en obstetricia, enfermedades de la mujer y pediatría. Poco tiempo después, muy decidida y con gran entusiasmo, la doctora María fundó en 1862 el Hospital de Nueva Inglaterra para la Mujer y el Niño, donde podía ofrecer mayor capacitación y las mujeres doctoras recién graduadas podían adquirir experiencia clínica práctica. Fue el primer hospital de Boston y su personal era totalmente femenino. La educación superior y profesionalidad que se impartía lograron reconocimiento internacional. 

Diez años más tarde, María fue pionera al abrir la primera Escuela Profesional de Enfermería del país, siendo Linda Richards (1841-1930) la primera enfermera que se graduó en 1873, y la primera enfermera afroamericana Maria Eliza Mahoney en 1879. Esta formación clínica que incluía prácticas y conferencias les había estado vedada a las mujeres en los centros médicos de sexo masculino. 

María Zakrzewska alternaba la docencia con su práctica privada de ginecología: la Dra. “Zak” como era conocida visitaba en calesa a sus pacientes por todo Boston. Muy dinámica continuó trabajando hasta los setenta años. Con su trayectoria profesional de cuarenta años de actividad se convirtió en líder de la medicina estadounidense. 

Su casa fue centro de grandes discusiones médicas y abolicionistas. Participó en la fundación del Club de la Mujer de Nueva Inglaterra y fue una gran activista de la Asociación Americana de Sufragio. Fue muy amiga de Lucy Stone-Blackwell  y Julia Ward-Howe.

María Zakrzewska murió en Boston en 1902.

Fuentes y Bibliografia