Bárbara Mc Clintock nació en 1902 en Connecticut. Botánica, investigadora estadounidense, especializada en citogenética.
Demostró desde pequeña un carácter independiente y, a pesar de la oposición de su madre, Bárbara siguió estudios universitarios, ingresando en 1919 en la Universidad de Cornell, en Nueva York. Estudió botánica y un curso sobre Genética para graduados en 1922. Excelente alumna, su primera investigación siendo estudiante, fue sobre la citogenética del maíz: con mucha dedicación realizó numerosas mezclas de diferentes variedades, que la llevó a identificar diez cromosomas del maíz, conocidos por ser portadores de factores hereditarios.
Bárbara se doctoró en Botánica en 1927, y tras las investigaciones realizadas, demostró que el entrecruzamiento de organismos, trae aparejado un cambio físico entre los cromosomas durante la reproducción del maíz. Junto a una estudiante predoctoral, Harriet Creighton (1909-2004) Bárbara publicó un artículo en 1931 en el que describió estas observaciones Fue pionera en cartografía genética en maíz y recalcó el papel de los telómeros (=extremos de los cromosomas) que tienen como función evitar que los cromosomas se fusionen al ponerse en contacto por sus extremos.
Sus aportes a la citología (=biología celular; rama de la biología que estudia las células, sus funciones y su importancia en la complejidad de los seres vivos) y el apoyo de sus colegas científicos permitieron que Bárbara obtuviera becas postdoctorales en varias universidades.
En 1936 Bárbara fue profesora asociada de Genética en el Departamento de Botánica de la Universidad de Missouri, Columbia. Continuó con sus investigaciones citogenéticas mediante Rayos X y comprobó cómo los extremos de los cromosomas se unían y producían mutaciones a gran escala. Este mecanismo es objeto de estudio en la investigación del cáncer.
En 1941 trabajó como genetista en el Laboratorio Cold Spring Harbor en Washington y todas sus investigaciones fueron publicadas en revistas cientificas. A partir de 1944 fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, siendo la tercera mujer en ser aceptada, y un año después, la primera mujer presidenta de la Sociedad Genética Americana.
Durante la década de 1950 Bárbara estudió e investigó la regulación genérica y la transmisión de los caracteres a la progenie (=descendencia) de plantas de maíz. Autora de numerosos artículos y publicaciones en revistas científicas, fue muchas veces discriminada e ignorada, y al encontrar escepticismo en sus teorías por sus colegas biólogos, dejó de publicar sus trabajos, aunque, firme y decidida, continuó investigando. Se dedicó al estudio de la etnobotánica de las razas de maíz en Sudamérica. Esta ciencia define la relación de los vegetales en las sociedades humanas: cómo los utilizan en la alimentación, su empleo para fabricar instrumentos y herramientas, el uso para curar enfermedades, para confeccionar vestidos, etc.
Por su constante trabajo e investigaciones Bárbara ha recibido numerosos premios y Doctorados Honoris Causa de varias universidades. La comunidad científica reconoció la importancia de su trabajo, luego que otros genetistas redescubrieran y publicaran las observaciones que ella había descrito tres décadas antes.
En 1983, a los 81 años Bárbara recibió el Premio Nóbel de Medicina, la primera mujer en obtenerlo en forma individual y después de treinta años de haber descubierto la existencia de genes móviles: los transposones o “genes saltarines” y que, como consecuencia de esta anomalía, eran resistentes a los antibióticos. Estas investigaciones contribuyeron a la comprensión de los factores hereditarios en humanos y la causa de ciertas enfermedades.
Bárbara Mc Clintock falleció en 1992, a los 90 años de edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario