Margarita Mbywangi nació en 1963 en el Departamento de Canindeyú, en el noreste de la Región Oriental. Indígena paraguaya, ex presidenta del Instituto Nacional del Indígena (INDI).
Nació en la selva subtropical de Canindeyú, siendo niña fue secuestrada por cazadores y su madre asesinada. Fue vendida varias veces como "criada" (personal doméstico) a diferentes familias de blancos propietarias de haciendas. Sus amos la enviaron a la escuela y le explicaron que ella era indígena. Margarita logró escapar de su destino de esclava, recuperar su libertad a los 20 años y comenzar a buscar a su pueblo en la comunidad de Chupapou.
Regresó con su gente, la tribu Aché (=gente verdadera) y es la primera mujer cacique de la comunidad. Es madre de tres hijos y ferviente activista defendiendo la tierra de su pueblo.
En los años de 1960 el gobierno del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) cedió a los blancos miles de hectáreas y con ellas también les vendió a los indígenas que las poblaban. Hace más de 20 años que las comunidades indígenas reclaman judicialmente y luchan por su derecho a sus tierras ancestrales; Paraguay ya compareció en el 2005 y 2006 ante la Corte Internacional de Derechos Humanos por violar los derechos colectivos a la tierra de los pueblos indígenas. El plazo que le impuso venció en mayo de 2009, el gobierno no ha hecho nada aún, y las comunidades siguen viviendo desterradas de sus territorios. Hay 20 etnias diferentes en el país.
Al asumir Fernando Lugo (1951- ) la presidencia de Paraguay en 2008, apoyó en su discurso a los pueblos indígenas y se comprometió a defender sus derechos. Y para ello nombró al frente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas a Margarita Mbywangi, perteneciente al movimiento socialista Tekojojá, convirtiéndose en la primera mujer nativa en lograr un cargo público en la historia del país. Había participado del "Taller de capacitación a mujeres políticas" cuyo objetivo era incentivar a las mujeres a participar de la vida política y tener así las mismas oportunidades de igualdad entre hombres y mujeres.
La designación como ministra indígena, era un gran paso para la reivindicación nativa y Margarita aseguró que "vamos a asistir a los compañeros de diferentes comunidades que pasen por situación difícil por falta de agua potable, alimentos y vestimentas". Tenaz, decidida y segura de sus convicciones, afirmó que "queremos lo que en justicia nos corresponde y hoy se abre el camino que nos llevará a recuperar nuestra dignidad".
Su historia personal, contada por ella misma al asumir el cargo, su ardua lucha y su fuerte posición respecto a la legalización de propiedad de las tierras, a la conservación de la selva y la mejora de los pueblos indígenas, pareció no gustarle al gobierno pues cuatro meses después, en diciembre de 2008, fue destituída sin ninguna explicación. Ha tenido que enfrentarse a todo tipo de discriminación, siguió teniendo el apoyo de los pueblos indígenas, pero pidió una explicación de esta medida, que evidentemente no recibió.
Sigue trabajando con su gente, durante cinco años los nativos aché han cultivado yerba mate orgánica producida en el monte y en el 2009 la exportaron a Estados Unidos. "Todos trabajan: los niños plantan las semillas, las mujeres transportan las macetas al monte y los hombres cuidan y al fin la recogen". Margarita reconoce el trabajo mancomunado y la educación que han recibido sobre los beneficios para la salud, el medio ambiente y la equidad social.
Con valentía y esfuerzo Margarita continúa luchando desde el Comité de Gestión de la Reserva Natural de Mbaracuyú, que en el año 2000 obtuvo la designación internacional de "Reserva de la Biosfera" por la UNESCO.
Fuentes y Bibliografía
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