Breve Biografía de Sampat Pal
Sampat Pal nació en 1960 en el estado de Uttar Pradesh, al norte de la India. Activista por los derechos de las mujeres y líder de la banda Gulabi.
Sampat es de casta baja, nació en una familia de pastores y agricultores analfabetas. A pesar de que en su pueblo de Kairi, una de las zonas más pobres, las niñas no concurrían a la escuela, Sampat decidió ir en contra de las reglas y tradiciones y en vez de cuidar rebaños de ovejas, aprendió a leer y escribir a escondidas.
A los doce años fue entregada en matrimonio a un hombre diez años mayor con quien tuvo cinco hijos. Vivía oprimida y encerrada en su casa y su familia política la obligaba a llevar el velo cuando salía, siempre acompañada. “Hay algo peor que ser pobre en la India, es nacer mujer”, ha dicho Sampat. "Primero debe obedecer al padre, luego al marido y más tarde, al hijo”.
Aún en la actualidad, tener una hija es como una maldición, en todas las castas sociales, ya que es una boca más que alimentar hasta que abandone el hogar familiar para servir a la familia del marido, además de la dote que hay que entregar para que pueda casarse. Las consecuencias son injustas y dramáticas para las mujeres, la mayoría de más de 25 años son analfabetas y se han casado apenas entran en la adolescencia. Son discriminadas y consideradas seres inferiores: la violencia doméstica está instalada en los hogares, pueden ser expulsadas de sus casas sin motivo, violadas y hasta asesinadas si la dote no es suficiente.
Sampat veía la injusticia y la explotación con la que eran tratados los pobres, tanto por las castas superiores, los brahmanes, como por las autoridades del Estado. En las zonas rurales, las costumbres son más ortodoxas, la cultura es patriarcal y el rígido y jerárquico sistema hindú de castas está muy enraizado. Un matrimonio entre personas de diferente casta, acarrea el repudio de los familiares, y la oposición suele llegar al extremo de "crímenes de honor" para limpiar la honra perdida. Con un afán indómito de libertad y justicia, se solidarizó con el dolor y sufrimientos de los otros, defendió a un vecino, luego a un amigo, pero al ser mujer no podía desautorizar el poder.
A principios de 2006, Sampat Pal, junto al trabajador social Jay Prakash que la asesoró, cansada ya de los maltratos y la discriminación, formó el Gulabi Gang “el ejército de los saris rosas”. Apenas un humilde grupo de 25 mujeres de diversas edades, muchas de ellas viudas obligadas a guardar luto de por vida, lideradas por Sampat dijeron “basta” y desafiaron el poder de los hombres.
Vestidas con los saris rosas como un uniforme y el lâthi (=garrote o bastón tradicional de bambú) como autodefensa, van de pueblo en pueblo hablando a las mujeres pobres y analfabetas, y les informan de las humillaciones y agresiones que sufren. Audaz, luchadora infatigable e íntegra, Sampat Pal es muy controvertida: amada y admirada por las hindúes – campesinas y de pobreza extrema - y odiada por las castas superiores y los funcionarios del Estado. “La autoridad no me impresiona. El láthi lo llevamos para hacernos respetar, la verdadera arma es que estamos unidas”. “Una mujer sola no puede hacer nada, pero muchas mujeres unidas pueden revertir la situación”, ha declarado esta gran luchadora.
Ella y el Gulabi Gang defienden a todas las víctimas de injusticia, en especial las mujeres, pues están desvalidas frente a la violencia que ejercen los hombres: acoso, tortura y violación. Fue amenazada de muerte y tuvo que abandonar su pueblo y su casa, con el consentimiento de su marido y sus cinco hijos, que han comprendido su lucha. Se trasladó a la ciudad de Atarra y continúa trabajando contra la corrupción, la redistribución de tierras, el cumplimiento del empleo rural, la cartilla de alimentos para los más pobres, entre otros logros. Ha promocionado talleres de costura, la fabricación de abonos naturales, la producción de algodón con ruecas, todo para que las mujeres puedan tener una vida digna y ser independientes.
En 2008 se publicó en Francia su biografía: “Sampat Pal y el ejército de los saris rosas”.
El Gulabi Gang se ha extendido más allá de su pueblo, a grandes ciudades como Nueva Delhi, y en los ocho años transcurridos, este pequeño ejército ha ido agrupando a más de cien mil mujeres y varios hombres que luchan contra la pobreza, la discriminación y una mayor justicia social. Gracias a su lucha se han implementado leyes y programas sociales que benefician a las personas más pobres de la India.
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