Rosa Elena Simeón nació en Bejucal, pueblo al sur de La Habana, Cuba, en 1943. Doctora, investigadora y política cubana.
Hija de un tabaquero y una farmacéutica, desde niña recibió una buena educación, convirtiéndose en una excelente estudiante. En plena adolescencia, recibió con entusiasmo el triunfo de la Revolución, liderada por Fidel Castro. Recibió una beca y pudo realizar estudios de medicina en la Universidad de La Habana. Al igual que muchos jóvenes, participó activamente en las luchas por defender sus ideas políticas y la soberanía de su país. Alfabetizó a los obreros de la fábrica Los Pinos Nuevos, en Bejucal. Obtuvo su diploma de Médica en 1966.
Tras su graduación, Rosa Elena fue seleccionada para completar su carrera como investigadora en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), única institución científica de la época. Por su dedicación y buen desempeño, tres años después fue nombrada jefa del Departamento de Virología del CNIC y en 1970 fue directora del Departamento de Microbiología de dicha institución.
Sus investigaciones estaban relacionadas con la absorción viral y la propagación de los virus; viajó a perfeccionar sus conocimientos a Francia, Canadá, Jamaica y Perú. Combinaba sus investigaciones con los estudios y en 1975 obtuvo el doctorado de Medicina Veterinaria; ese mismo año fue nombrada directora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA) y presidenta de su Consejo Científico. Realizó estudios para prevenir y tratar enfermedades en vegetales y animales, propias de las áreas tropicales. Estuvo a cargo de las medidas de sanidad, para combatir la gran epidemia de fiebre porcina africana, ocurrida en Cuba en 1971 y 1980.
Rosa Elena participó en conferencias y talleres nacionales e internacionales, asistió a Washington a una reunión entre ministros del Medio Ambiente en América Latina. Trabajó como experta en Virología para la F.A.O. En 1985 fue presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba y de la Comisión Nacional para el Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Participó en 1992 en la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, y dos años más tarde en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los pequeños Estados Insulares, en Barbados.
Con gran capacidad de liderazgo, exigente y crítica en el trabajo, era a la vez sensible y generosa en elogios y, a su risa contagiosa, a su apasionada y constante labor se adherían todos sus compañeros. "No puede haber una correcta dirección sino se predica con el ejemplo". Revolucionaria y privilegiada siempre decía que su dedicación a la ciencia se la debía al pueblo, a la Revolución y a Fidel.
En 1994 asumió el cargo, creado ese año, de Primera Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que desempeñó hasta su muerte. Ha propuesto crear una Dirección Integrada de Proyectos para realizar políticas y programas para la protección del Medio Ambiente y el desarrollo sostenible. Una cultura sobre Gestión de Conocimientos entre los profesionales de recursos humanos y tecnologías de información. En 1998 fue elegida miembro de Honor de la Academia de Ciencias de Cuba.
Rosa Elena es una personalidad destacada en su país y en toda América Latina. Por su gran capacidad profesional y política ha recibido honores y premios: fue elegida Heroína Nacional del Trabajo, otorgado por el Estado cubano; recibió la Medalla Carlos J. Finlay, en 1990, que lleva el nombre del científico cubano que descubrió a fines del siglo XIX, el agente trasmisor de la fiebre amarilla.
Rosa Elena Simeón falleció en el año 2004, a los 61 años de edad. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, le otorgó póstumamente el Premio Campeones de la Tierra 2006.
Fuentes y Bibliografía
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