Gerda Taro nació en Stuttgart, Alemania en 1910. Fotógrafa, periodista gráfica de guerra.
Hija de judíos polacos, su verdadero nombre era Gerda Pohorylle; desde joven se involucró en los movimientos socialistas y obreros. Huyendo del nazismo, siendo una adolescente, llegó a París en 1933, como refugiada y ejerció diversos trabajos para sobrevivir. Un año después conoció a un fotógrafo húngaro, tambien exiliado, André Friedman (1913-1954), quien le enseñó técnicas fotográficas y comenzaron juntos una relación sentimental y profesional. Al no poder vender su trabajo en ninguna agencia de noticias, se inventaron la historia de renombrados reporteros americanos: André se hizo llamar Robert Capa y Gerda cambió su nombre por Gerda Taro.
En 1936 los dos se trasladaron a España a cubrir la Guerra Civil Española. Durante los primeros meses trabajaron juntos firmando las fotos bajo el nombre de Capa; estuvieron en diferentes lugares de la guerra, en las zonas controladas por los republicanos: Barcelona, Guadalajara, Córdoba, Madrid. Publicaban en las principales revistas europeas y americanas que informaban sobre la guerra: Regards, Vu y Life. No se sabía con exactitud quien era el autor de las fotos que vendían; Gerda estuvo a la sombra de Capa, que se habia convertido en un renombrado corresponsal de guerra.
En 1937 Gerda, de carácter muy independiente se alejó profesionalmente de Robert Capa y comenzó a firmar las fotos y reportajes con su nombre Taro. Vendía su trabajo a Ce Soir y a Regards, revistas francesas de orientación comunista. Robert Capa siguió un tiempo en España y más tarde, fue a cubrir la invasión japonesa de China. Gerda, valiente, audaz, decidida, se acercaba a la primera línea de fuego durante los enfrentamientos, para captar la terrible realidad. Poniendo en riesgo su propia vida, fue testigo directo de las batallas más cruentas de la Guerra Civil Española.
De fuertes ideas izquierdistas, estuvo en contra del nazismo, luego con su posición antifascista, quiso divulgar la verdad al mundo. Sus fotos eran de gran sensibilidad: campesinos, refugiados o víctimas de la guerra, niños jugando entre las barricadas o mujeres junto a las trincheras, todo pasaba por el lente de su cámara, sabía plasmar una visión más humana y femenina de los acontecimientos.
Mientras tomaba fotos de la batalla de Brunete, cerca de Madrid, a fines de julio de 1937, Gerda de 27 años, fue atropellada por un tanque republicano que la aplastó. Su carrera como fotógrafa duró apenas un año, pero fue la primera mujer corresponsal de guerra que murió mientras cubría un conflicto. Su cuerpo fue a la sede de la Asociación de Intelectuales Antifascistas, en Madrid, luego se trasladó a París, donde el Partido Comunista Francés, la transformó en heroína y mártir.
Durante décadas estuvo olvidada e ignorada, ningún familiar suyo sobrevivió, ya que eran judíos y murieron durante el régimen nazi. Gracias a una ardua investigación de la alemana Irme Schaber que en 1994 publicó el libro: “Gerda Taro. Una fotógrafa revolucionaria en la guerra de España”, se pudo reconocer su trabajo.
En el año 2007, en el 70º aniversario de su muerte, se realizó la primera exposición de sus casi 80 fotografías, la mayoría inéditas, sobre la Guerra Civil Española. La muestra fue organizada por el Internacional Center of Photography de Nueva York. Desde esa fecha hasta la actualidad (mayo de 2011) se han hecho otras retrospectivas tanto en Alemania, como en España (Madrid, Barcelona, Salamanca) con más de 300 originales de fotos suyas, junto a las de Robert Capa, encontradas en una maleta en México.
Fuentes y Bibliografía
No hay comentarios:
Publicar un comentario