Alexandra David-Néel nació en París en 1868. Cantante de ópera, periodista, exploradora, orientalista. espiritualista y escritora francesa.
Nació en una familia acomodada, su padre, un masón que dirigía una publicación republicana, influyó en sus ideas anarquistas y libertarias. Desde niña dio muestras de un carácter fuerte e independiente; muy joven comenzó a colaborar con artículos en La fronde, periódico feminista creado por Marguerite Durand (1864-1936). Alexandra consideraba importante la lucha de las mujeres por la emancipación económica, lo que les permitiría la independencia financiera. Curiosa, intrépida y transgresora de las costumbres de la época, comenzó a viajar desde muy joven por Inglaterra, Holanda e Italia. Realizó estudios en la Sociedad Teosófica con Helena Petrovna Blavatsky, lo que despertó su espiritualidad.
Alexandra tenía 23 años cuando viajó por primera vez a la India: visitó Ceilán, Madrás, Benarés, recorrió pagodas y monasterios; estudió el Corán y practicó la religión islámica. De regreso, estudió música y canto lírico en los conservatorios de Bruselas y París y con su buena voz debutó en 1895 como primera cantante en la ópera en Hanoi, en Indochina. Dejó el canto, al casarse en 1904, en Túnez, con el ingeniero ferroviario Philippe Néel; en 1911 se separaron, aunque mantuvieron una abundante correspondencia.
Abandonó Túnez y volvió a Oriente, nuevamente a la India, donde vivió durante 13 años estudiando la lengua y las doctrinas del budismo tibetano, hasta llegar a ser una erudita entre los lamas. Era tal su avidez de conocimiento, que logró crear a través de la meditación, un tulpa: entidad física concebida por el espíritu, que hacía lo que ella le ordenaba, como si fuera un robot. Los monjes budistas de los monasterios la llamaban “Lámpara de Sabiduría”.
Recorrió Japón, China y Corea. Alexandra, mujer polifacética, viajera infatigable y decidida, en 1924 - junto al joven tibetano Yongden (1899-1955), a quien adoptó como hijo, desafiando a las autoridades que prohibían a los occidentales viajar al Tibet - disfrazada de mendiga, entró en Lhasa la ciudad prohibida. Durante tres años que duró el viaje, supo enfrentar con optimismo y tenacidad, múltiples obstáculos: bandidos, animales salvajes, el frío, las tormentas, las montañas nevadas y el hambre.
Regresó a Francia en 1925, se instaló en Digne, Provenza, en la costa del Mediterraneo, dedicándose a dar conferencias, escribir libros y ensayos, traducir libros tibetanos con la ayuda de Yongden, y planear nuevos viajes. Estudiosa de las culturas y filosofías orientales, escribió más de treinta libros sobre sus experiencias y las doctrinas tibetanas: “Viajes”, “Misticos y magos del Tibet”, “El Lama de las cinco sabidurías”, entre otros.
En 1937 a la edad de 70 años Alexandra viajó a China, acompañada por el fiel Yongden, en el ferrocarril Transiberiano, pero al llegar se encontró la violenta guerra con Japón; eso no le impidió estudiar y escribir sobre sus experiencias, la hambruna, las epidemias: “Magia de amor y magia negra”. En 1941 se enteró de la muerte de Philipe Néel. Llegó a la India en 1946 y luego regresó a Francia, a su casa en Digne.
Profesó primero el Islam, luego el budismo, buscando siempre en su peregrinación mística, nuevos caminos hacia la libertad y la espiritualidad. En 1955, luego de cuarenta años juntos, murió Yongden, hijo, amigo y secretario. Los siguientes diez años los pasó escribiendo artículos, libros, dando conferencias, recibiendo honores y distinciones. Mujer apasionada, buscaba retos y desafíos y había declarado “La aventura será mi única razón de ser”.
Alexandra David Néel murió en 1969, con más de 100 años, en su casa de Digne. En 1973 las cenizas de Alexandra y Yongden fueron arrojadas a las aguas del río Ganges.
Fuentes y Bibliografía
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