Breve Biografía de Fumiko Kaneko
Fumiko Kaneko nació en 1902 en Yokohama, Japón. Militante anarquista y feminista japonesa.
Nació en el seno de una familia muy humilde y como no tenía registro civil, no pudo asistir a la escuela. A los nueve años Fumiko fue enviada a Corea al cuidado de su abuela paterna, que la registró como hija propia, pudiendo así recibir educación en una escuela.
Destacándose por su inteligencia, Fumiko quiso continuar sus estudios más allá de la formación básica, a lo que la abuela se negó y tras un período de maltratos, la envió de nuevo a Japón.
De regreso en su país, Fumiko se trasladó en 1920 a Tokio donde trabajó de criada y vendedora de diarios. Muy decidida y con ansias de saber, estudió matemáticas e inglés; leyó mucho sobre temas políticos y sociales: estuvo en contacto con cristianos del Ejército de Salvación y del movimiento socialista. Al no estar de acuerdo con las ideas de ninguno de estos grupos, ya que ella buscaba un activismo más independiente, Fumiko se volcó hacia el pensamiento anarquista nihilista.
El anarquismo se fundamenta en los principios de libertad individual, asociación libre y cooperación voluntaria de cada persona. El nihilismo tiene ideas racionales y tiende a ser fatalista, pues supone la muerte o el fin de muchas cosas; es la negación de todo principio y de toda creencia, ya sea religioso, social o político. Es la lucha de una sociedad opresiva (estado o iglesia) y la libertad (o cambio revolucionario =nihilismo).
En 1922 Fumiko se relacionó con el activista coreano Yeol Park (1902-1974) llegado a Tokio en 1919 y fundador del grupo clandestino anarquista Futeisha (Sociedad de los Insumisos o descontentos); vivieron juntos compartiendo el pensamiento anarquista y los deseos de liberación de la ocupación Japonesa en Corea. Fumiko escribía artículos denunciando los problemas que enfrentaban los coreanos bajo el imperialismo japonés.
Bajo el pretexto de protegerla de China, Japón invadió Corea en 1894. El movimiento anarquista de Corea comenzó entre los exiliados, estudiantes y obreros, que se trasladaron a China y Japón, sobre todo después de 1918, iniciando así la lucha por la independencia nacional, contra la opresión nipona. La clase alta de Japón siguió a principios del siglo XX su expansión imperialista (Imperio Japonés 1890-1947) por otros países asiáticos y aplastó toda oposición dentro de su propio país: se debía obediencia absoluta y lealtad al gobierno. Ante estos hechos, surgió la lucha anti-imperialista de los anarquistas japoneses y coreanos.
Tras el Gran Terremoto de 1923 que devastó Tokio, Yokohama y otras ciudades, el caos fue total; las autoridades aprovecharon la confusión y el pánico reinante para capturar y golpear brutalmente a los grupos disidentes, aflorando así los sentimientos anti-coreanos y anti- anarquistas. Entre los prisioneros se encontraban Fumiko y Yeol que fueron acusados de alta traición por conspirar con el asesinato de la familia real japonesa. El Emperador y la Emperatriz nunca estuvieron en peligro, ya que en el momento del terremoto, estaban alojados en Nikko, en las montañas, en la región de Kantó.
Con falsas confesiones, dos días después de su casamiento en prisión, la pareja fue condenada a muerte. La condena después fue conmutada por trabajos forzados y cadena perpetua. Fumiko no aceptó el certificado de conmutación y fue trasladada a la prisión de Utsonomiya, donde al negarse a realizar ningún trabajo, estuvo aislada.
Estando en prisión Fumiko escribió su autobiografía, sobre su interrogatorio y sobre sus ideas políticas: anti-militarismo, anti-imperialismo, críticas al socialismo, etc. Enfatizó su igualdad con su pareja, ante todo era su compañera: su relación se basaba en el respeto mutuo, por lo tanto debía recibir el mismo trato de la justicia, aún cuando se tratara de consecuencias políticas. Expresaba su preocupación de que las escuelas no dieran a las niñas, igualdad de oportunidades en la educación. En sus testimonios, Fumiko era a menudo mordaz y hostil en su denuncia de las desigualdades sociales y la injusticia, las autoridades e incluso de la familia imperial. Cuando estaba frente a la Corte Suprema, vestía el traje nacional coreano, como una demostración de desprecio y negando toda forma de autoridad.
En julio de 1926, tras casi tres años en prisión, con firme convicción en su pensamiento nihilista, Fumiko Kaneko se ahorcó en su celda de aislamiento, ya que no aceptaba que el gobierno decidiera sobre su vida y su muerte: “…si uno tiene sino la voluntad de morir, la muerte es la libertad”.
Después de su muerte, el hermano mayor de Yeol fue a Japón a retirar su cuerpo para ser enterrado en Corea, en el cementerio de la familia. Luego de 22 años en prisión Yeol Park fue liberado en 1945; vivió en Corea del Norte hasta su muerte.
“Lo que me hizo hacer lo que hice”, el libro de Fumiko Kaneko, en español se llamó “Las memorias en prisión de una mujer japonesa”, traducido al inglés y francés, fue editado en 1991.
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