Breve Biografía de María Moliner
María Juana Moliner Ruiz nació en 1900 en Zaragoza, España. Filóloga, bibliotecaria, lexicógrafa, autora de un diccionario.
En 1902 sus padres, María y su hermano Enrique se trasladaron a Soria y luego a Madrid, ciudad donde nació su hermana Matilde. Los tres hermanos estudiaron en la Institución Libre de Enseñanza, donde el filólogo e historiador cultural Américo Castro (1885-1972) despertó el interés de María hacia la gramática y la lingüística.
Su padre, un médico rural abandonó a la familia en 1914, y se fue a vivir a Argentina; el resto de la familia se trasladó a Aragón en 1915, allí María muy joven, comenzó a ayudar a su madre económicamente, dando clases particulares de latín, matemáticas e historia.
Realizó los exámenes de bachillerato como alumna libre y los terminó en 1918.
De gran ambición intelectual y apasionada por la lectura se formó y trabajó como filóloga y lexicógrafa en el Estudio de Filología de Aragón hasta 1921, mientras colaboraba en la realización del Diccionario aragonés de esa institución. Obtuvo su licenciatura de Historia en 1921 en la Universidad de Zaragoza con las máximas calificaciones y Premio Extraordinario. Su hermana Matilde siguió sus mismos estudios y se graduó con las mismas calificaciones en 1925.
Tras licenciarse, María aprobó un concurso para el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, siendo destinada en 1922 al Archivo General de Simancas, luego al Archivo de la Delegación de Hacienda en Murcia. En la Universidad de Murcia, María fue la primera mujer que impartió clases durante 1924. Un año después se casó con Fernando Ramón Ferrando (1891-1974) joven librepensador catalán, licenciado en física; tuvieron cuatro hijos, tres varones y una niña. A comienzo de la década del treinta, se trasladaron a Valencia: Fernando a la Facultad de Ciencias, María al Archivo de la Delegación de Hacienda.
Mientras se encargaba de su familia, María continuaba su vida profesional: enseñaba gramática y literatura en la Escuela Cossio. En su lucha contra el analfabetismo puso en marcha las Misiones Pedagógicas, una red de bibliotecas populares donde llegaban los libros hasta los pueblos rurales de España. En 1935 en el II Congreso Internacional de Bibliotecas presentó “Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España”. Con gran capacidad organizativa y su interés en la difusión cultural, María dirigió la Biblioteca Universitaria de Valencia, redactó un "Proyecto de Plan de Bibliotecas del Estado". Durante la Guerra Civil (1936-1939) María consiguió hacer llegar libros a los soldados en el frente, convencida que la cultura era fundamental para la sociedad.
Tras la derrota de la II República y la llegada de Franco al poder, éste estableció una dictadura que terminaría con su muerte en 1975. Tanto María como su esposo sufrieron represalias políticas por apoyar a los republicanos. Fernando perdió su cátedra de física y fue trasladado a Murcia; fue rehabilitado en 1946 pasando a ejercer como profesor en la Universidad de Salamanca donde permaneció hasta su jubilación en 1962. María también fue degradada y sufrió la pérdida de 18 puestos en el escalafón del Cuerpo de Archiveros: volvió al Archivo de Hacienda de Valencia.
Fue rehabilitada en 1958; siempre luchadora, dirigió la Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid hasta la fecha de su jubilación en 1970.
María, mujer inteligente y con gran pasión, dedicó parte de su tiempo libre a su interés intelectual: hacia 1950 comenzó a escribir un pequeño diccionario que pensaba terminar en un par de años: sabía que el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) tenía muchas deficiencias.
Este diccionario lleno de definiciones, de sinónimos y frases hechas, con una gramática y abundantes ejemplos le insumió quince años. Había incluído la "Ll" en la letra L y la "Ch" en la C, algo que la Real Academia recién la incorporó en 1994.
El “Diccionario de uso del español” (DUE) fue publicado en 1966 y 1967 en dos volúmenes.
En plena dictadura de Franco y con la poca vida intelectual de la época, esta valiente mujer que fue menospreciada en su trabajo, sufrió el ostracismo y la discriminación política y a pesar de no estar afiliada a ningún partido, fue “calificada de persona de confianza de los rojos y muy leal” soportó con estoicismo la represión cultural y así surgió esta obra, escrita en solitario, en su casa.
El libro tuvo un éxito inmediato y se le conoció como "El Diccionario de María Moliner", que resultó ser muy superior al de la Real Academia. ... "Si yo me pongo a pensar qué es mi diccionario me acomete algo de presunción: es un diccionario único en el mundo".
Fue propuesta en 1972 para entrar en la Academia de la Lengua Española, pero al ser mujer. fue tajantemente rechazada. Muy digna y segura del valor de su obra, María rechazó a su vez, un año después, el Premio Lorenzo Nieto López “por sus trabajos en pro de la lengua” que la RAE quiso darle.
Tras su jubilación, María cuidó a su esposo enfermo y ciego, mientras ampliaba con tranquilidad su diccionario. En 1973 se le diagnosticó una arterioesclerosis cerebral, enfermedad que le iría borrando toda su memoria.
Su esposo murió en 1974 y María Moliner seis años después en 1981.
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