Breve Biografía de Nazokat Begmatova
Tayikistán es el país más chico de Asia Central en extensión, sin salida al mar; proclamó su independencia de la Unión Soviética en 1991, pero luego se originó una guerra civil que provocó la devastación de una gran parte del país, obligando a los habitantes a refugiarse en Afganistán. Tayikistán es sumamente pobre, precario e impera una
sociedad de patriarcado. La mayoría de las mujeres se casan
apenas terminan la escuela para aliviar la situación económica de la familia y se dedican a la maternidad.
Nazokat no pudo seguir estudios universitarios, pero en vez de casarse, decidió buscar un trabajo que le permitiera tener independencia económica. Teniendo el apoyo de su hermano, se inscribió en la Organización de Ayuda Popular Noruega (NPA) para remover minas. Esta organización fue fundada en 1939 en Noruega para proporcionar asistencia post-conflicto, ayuda humanitaria y reconstrucción; actualmente está trabajando en más de 30 países en diferentes disciplinas como la remoción de minas, ayuda humanitaria, derechos de los pueblos indígenas, promoviendo la distribución equitativa de sus tierras y recursos. Solidaridad, dignidad humana, unidad, paz y libertad son sus valores básicos.
Luego de tres arduos años de capacitación, sólo nueve mujeres de las 24 que se anotaron, superaron el exigente proceso de selección; Nazokat forma parte del primer equipo totalmente femenino, dedicado a remover minas en la frontera de Tayikistan con Afganistán. A pesar de las normas sociales y el rechazo de algunos colegas varones, que se negaban a aceptarlas pues no era el trabajo típico para mujeres, ellas supieron demostrar su valentía y responsabilidad.
La gran determinación de Nazokat, su deseo de aprender, de estudiar más sobre las minas y desarrollar sus habilidades la motivó a superar su inmenso temor a los explosivos que antes le causaban pesadillas. Debe usar a diario un equipo que pesa 25 kilos atado a su cuerpo entre el chaleco de protección, casco y detectores para dar con las minas. Es uno de los oficios más peligrosos del mundo, las precauciones siempre son pocas. Aparte de la intensa concentración mental, debe recorrer los campos minados con altas temperaturas que alcanzan los 40 o 45 grados centígrados en el verano, el sol abrazador y el polvo.
Nazokat y su equipo arriesgan su vida cada día: ya han liberado más de 70.000 metros cuadrados de terreno plagado de minas, han destruido 777 minas antipersonal a lo largo de la frontera con Afganistán. Como especialista en remoción de minas terrestres es capaz de identificar más de diez tipos diferentes de minas con sólo mirarlas. Miles de personas han muerto o han sido mutiladas por minas. “Soy feliz cuando encuentro una mina, porque sé que en ese momento, estoy salvando la vida de alguien. Hago mi aporte a la sociedad”.
También trabaja con las autoridades nacionales para garantizar las operaciones de desminado en áreas densamente minadas, un legado del conflicto de la era soviética que mató miles de vidas. Se ha postulado a un puesto de liderazgo en un equipo de remoción de minas terrestres. Nazokat Begmatova está orgullosa de su trabajo y logró el reconocimiento y respeto de su comunidad.
Con su ejemplo muchas mujeres, casadas e incluso abuelas, trabajan fuera de su hogar y los esposos ayudan en las tareas domésticas, algo impensable unos años antes. “El trabajo les da la oportunidad de ser independientes, de sentirse libres” es el consejo que da a las mujeres.
En el año 2015 la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres la destacó por su importante labor y su valentía.
En el año 2015 la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres la destacó por su importante labor y su valentía.
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