María Santos Díaz, nació en Concepción, Intibucá; mujer indígena hondureña, que hace una labor humanitaria y de apoyo a la comunidad.
Es hija de campesinos de la etnia lenca, de Intibucá, una zona montañosa en el centro de Honduras. Las condiciones de vida que le tocó vivir, al igual que a otras etnias de América Central, son extremadamente precarias.
A pesar de las carencias y dificultades que sufrió desde pequeña, María Santos se propuso ayudar a las mujeres de su pueblo a organizarse con el fin de valerse por sí mismas. Ha declarado que empezó alfabetizando a sus padres y luego a la comunidad en que vivía; trabajó lavando ropa y vendiendo tortillas para sobrevivir, siempre pensando en cómo mejorar el nivel de vida y poder salir adelante.
Esta incansable mujer de gran iniciativa, está casada y es madre de cinco hijos, es hoy presidenta de la Asociación de Mujeres Microempresarias Lencas, organización que impulsa proyectos de agricultura: papa, repollo, manzana, durazno, etc., panadería y artesanías. No sólo lucha contra su propia pobreza, sino que también ayuda a todo el movimiento campesino e indígena para su fortalecimiento organizativo.
Esta incansable mujer de gran iniciativa, está casada y es madre de cinco hijos, es hoy presidenta de la Asociación de Mujeres Microempresarias Lencas, organización que impulsa proyectos de agricultura: papa, repollo, manzana, durazno, etc., panadería y artesanías. No sólo lucha contra su propia pobreza, sino que también ayuda a todo el movimiento campesino e indígena para su fortalecimiento organizativo.
La labor silenciosa y efectiva de María Santos en la lucha contra la pobreza, le fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que le otorgó en el año 2004 el Premio Nacional de Alimentación, en el "Día Internacional de la Mujer Rural" (15 de octubre, instituido en 1995 en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer) por sus 20 años de constante labor humanitaria y de apoyo a la comunidad.
Siguiendo el ejemplo de María Santos se han formado otras cooperativas: tanto de artesanías, de barro, alfarería y tejidos, cuyas técnicas fueron pasando de generación en generación, para que no se pierda este conocimiento tradicional, como otras, donde promocionan los productos que elaboran las mujeres, como es la comida típica de los indígenas. Estas cooperativas se han agrupado desde el año 2001 en la Unión de Mujeres Microempresarias Lencas de Intibuca (UMMIL), con el fin de impulsar, promover y fomentar el desarrollo empresarial para asi incrementar la productividad, y la sana utilización de los recursos financieros.
Fuentes y Bibliografía
Siguiendo el ejemplo de María Santos se han formado otras cooperativas: tanto de artesanías, de barro, alfarería y tejidos, cuyas técnicas fueron pasando de generación en generación, para que no se pierda este conocimiento tradicional, como otras, donde promocionan los productos que elaboran las mujeres, como es la comida típica de los indígenas. Estas cooperativas se han agrupado desde el año 2001 en la Unión de Mujeres Microempresarias Lencas de Intibuca (UMMIL), con el fin de impulsar, promover y fomentar el desarrollo empresarial para asi incrementar la productividad, y la sana utilización de los recursos financieros.
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