Elena Caffarena nació en 1903 en Iquique. Jurista, activista social e impulsora del sufragio femenino chileno.
En 1920 su familia se trasladó a Santiago, donde el padre de Elena fundó la industria de tejidos Caffarena. Comenzó la actividad militante en la Federación de Estudiantes de Chile y participó en el Servicio de Asistencia Jurídica Gratuita de su Facultad. En 1926 obtuvo el título de Licenciada en Derecho por la Universidad de Chile, siendo una de las 15 primeras mujeres juristas de su país. El tema de su tesis fue sobre la explotación de las trabajadoras urbanas a domicilio.
En 1929 se casó con Jorge Jiles, también abogado, vinculado al Partido Comunista, cuyas ideas sociales y políticas influyeron en su pensamiento. Tenaz defensora de los derechos de la mujer, en 1935 Elena fundó y fue primera secretaria del Movimiento de Emancipación de la Mujer Chilena, hasta 1941 y su principal interés fue la lucha del sufragio femenino. En 1944 fundó la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), desde donde impulsó una campaña de reivindicación de los derechos jurídicos de la mujer, ya que las leyes consideraban a la chilenas, como menores de edad, bajo la voluntad del padre o del marido.
Fue en 1949 que en Chile la mujer obtuvo el derecho a voto para todas las elecciones, pero Elena - aunque intervino en la redacción del proyecto de ley - junto a otras juristas, fueron excluídas de los actos conmemorativos. Gabriel González Videla (1898-1980), presidente de Chile entre 1946 y 1952, aplicó la Ley Permanente de Defensa de la Democracia, llamada "La Ley Maldita" que quitaba los derechos y perseguía a los afiliados al Partido Comunista.
Elena en su calidad de abogada, valiente y muy decidida, defendía a cuarenta mujeres y sus hijos menores de edad, que estaban prisioneros en el campo de concentración de Pisagua. Esta localidad al norte de Chile, debido a su alejamiento, se convirtió en un centro de detención de los gobiernos autoritarios del siglo XX: después de González Videla, fue Augusto Pinochet entre 1973 y 1990, quien enviaba detenidos y donde había asesinatos y violaciones a los derechos humanos.
Aunque Elena no se había afiliado al Partido Comunista, su marido si y además, era dirigente. El presidente la acusó de comunista, agitadora, cabecilla de una revuelta y la proscribió. Esto no le impidió continuar defendiendo a hombres y mujeres que sufrían persecución de parte del gobierno.
También tuvo una destacada y muy intensa actividad a favor de la protección de la infancia. Dirigió la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, destinada a socorrer a niños y adolescentes víctimas del exilio y la relegación. Su generosidad y dedicación a la causa la motivó a donar una casa para el cobijo de cuarenta menores.
Con gran capacidad examinó y estudió la jurisprudencia chilena, sobre derecho público y privado y ha publicado innumerables libros, ensayos y artículos sobre el tema, con abundante selección de fallos y sanciones. Defendió con elocuencia y gran erudición sus argumentos: para convencer, polemizar y corregir doctrinas judiciales que consideraba erradas, demostrando su aguda inteligencia, sus sólidos raciocinios y su prestigio como jurista.
Durante la dictadura militar, Elena trabajó por la defensa de los derechos humanos que estaban siendo quebrantados y en 1980 fue una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU), que en la actualidad es una corporación que se encarga de la defensa jurídica, social y médica de las víctimas de la dictadura y sus familiares.
Elena Caffarena murió a los 100 años, en julio de 2003.
Fuentes y Bibliografía
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