Nisia Floresta, seudónimo de Dionisia Pinto Lisboa, nació en 1809 en Rio Grande del Norte. Educadora, escritora, abolicionista, indigenista, pionera del feminismo brasileño y librepensadora.
Como muchas mujeres de esa época, a los 14 años se casó, contra su voluntad, pero al año siguiente, valiente y decidida, abandonó a su marido y siguió a sus padres que, por razones políticas debieron trasladarse a Pernambuco. Vivió en Guyana, Recife y en Olinda, donde conoció a su segundo marido Manuel Augusto, licenciado en Derecho. A los 23 años Nisia quedó viuda, con dos hijas.
Estudió magisterio, y fundó escuelas para niñas en Recife, Porto Alegre y en Rio de Janeiro. Además de educadora, fue una de las primeras mujeres en ejercer el periodismo: colaboró en varios periódicos, como Jornal do Brasil, Correo Mercantil y Brasil ilustrado.
Nisia hizo una traducción libre en 1832, del libro de la feminista inglesa del siglo XVIII, Mary Wollstonecraft , "Vindicaciones de los derechos de la Mujer", bajo el título "Derechos de las mujeres e injusticias de los hombres", tomando como base la realidad brasileña. En esa época, las mujeres eran en su mayoría analfabetas, Nisia fue la primera mujer en luchar por los derechos de todas las mujeres, los indios y los esclavos; defendió la educación y una participación más destacada en la sociedad, incluída la libertad religiosa y la abolición de la esclavitud. Audaz y transgresora, en un poema retrató la degradación del indígena brasilero colonizado por el hombre blanco.
Denunció la ignorancia en que eran mantenidas las mujeres, protestando contra la condición de dependencia en relación a los hombres. Defendía ideas liberales republicanas, estando en desacuerdo con un país dominado por la Monarquía Imperial de los Bragança. Escribió ensayos, crónicas, poesías y varios libros: "Consejos a mi hija" (1842), "Pensamientos" (1845), "Opúsculo humanitario" (1853), "Itinerario de un viaje en Alemania" (1857), "Tres años en Italia" (1861).
Fue criticada y difamada por la sociedad, que no toleraba que una mujer cuestionara las costumbres establecidas. En 1856 Nisia viajó a Europa, integrando los círculos intelectuales franceses y vivió muchos años en varios países, Alemania, Inglaterra, Grecia, hasta que por último se radicó en Francia, hasta su muerte.
Nisia Floresta murió en Rouen, Francia, en 1885. Sus restos fueron trasladados para Rio Grande del Norte en 1954.
Fuentes y Bibliografía
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