Emilie de Châtelet nació en 1706, en Saint Jean-en-Greve, en Francia. Su nombre era Gabrielle Emilie Le Tonnelier, hija del barón de Breteuil, consejero de estado en el reinado de Luis XIV. Filósofa, escritora, matemática y física francesa.
Desde niña recibió una esmerada educación, atípica para la época: estudió matemáticas, metafísica, sabía varios idiomas y traducía textos en latín y griego, como los de Aristóteles y Virgilio. Obsesionada por el estudió, leyó a Descartes, Leibniz y a Newton. Emilie se casó a los diecinueve años con Florent Claude, marqués de Châtelet, un militar que pasaba mucho tiempo ausente, dedicado a la guerra.
Emilie mantuvo una intensa vida social en la corte de Versalles, pero no descuidaba sus estudios científicos. En 1733 conoció a Voltaire (1694-1778), un librepensador muy inteligente, luchador constante contra la injusticia y la opresión. Emilie y Voltaire empezaron una larga relación sentimental: fueron amantes durante quince años; se trasladaron al castillo de Cirey, en la provincia montañosa de Lorena, alli instalaron una enorme biblioteca y un laboratorio, donde hacían experimentos de óptica newtoniana. El Salón de Cirey se conviritió en un centro de intelectuales de toda Europa: hacían reuniones culturales y pasaban por allí muchos filósofos y científicos de renombre.
La Marquesa de Châtelet participó en 1737 de un concurso de la Academia de Ciencias de Francia, sobre el mejor ensayo sobre la naturaleza del fuego; aunque no ganó el concurso, su disertación se publicó. En 1738 Emilie escribió la "Carta sobre los Elementos de la filosofía de Newton" y en 1740 "Instituciones de física", obra que contiene el cálculo infinitesimal y que escribió para que su hijo pudiese entender la física.
Emilie tuvo que soportar el desprecio y el silencio público que
despertaban las opiniones científicas de una mujer, en la época de Luis XV. Posteriormente publicó un interesante "Discurso sobre la felicidad", un libro sobre el amor y el desamor, en el que defendía la educación de las mujeres como el camino para su reconocimiento social. "Cuanto menos depende nuestra felicidad de los demás, más fácil nos resulta ser felices... el amor al estudio es de todas las pasiones, la que más contribuye a nuestra felicidad..."
Apasionada por el conocimiento, Emilie dedicó su vida al estudio y fomentó las actividades científicas. Durante 1746 y 1747 tradujo del latín al francés "Los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural" de Isaac Newton, con válidos comentarios suyos que facilitaban la comprensión. Este libro recién se publicaría en 1759, fue su contribución científica más importante y la única traducción francesa que existe.
Emilie de Châtelet murió en 1749, a los pocos días de dar a luz a una niña; tenía 42 años de edad.
Fuentes y Bibliografía
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