Breve Biografía de May French Sheldon
May French Sheldon nació en 1847 (algunos historiadores dicen 1858) en el sur de Estados Unidos. Viajera, escritora, exploradora estadounidense.
Pertenecía a una reconocida y acaudalada familia americana, sus padres eran grandes viajeros y May los acompañó a los 16 años, en su primer viaje alrededor del mundo. Estudió ciencias e idiomas, pero su interés mayor fueron las obras de grandes exploradores de Africa. Aprendió a cazar y a montar a caballo, como una experta amazona.
May se casó con un hombre de negocios y fue dueña de una editorial en Londres. Tras algunos años de casada, dejando la comodidad de su vida, decidió planificar y organizar su propia expedición a Mombasa. Fue disuadida por las autoridades, llamada loca y excéntrica, aduciendo que Africa del Este no era lugar para una dama. Kenia era una colonia británica desde 1887, pero Mombasa, su capital, seguía estando bajo el dominio del sultán de Zanzíbar.
May intentó viajar con máximo confort llevando vestidos de seda, sombreros, pelucas, servicio de porcelana, cubiertos de plata, hasta una bañera de zinc, además de tiendas de campaña, camas plegables y un botiquín con fármacos para combatir las enfermedades. No faltaban paraguas, cajas de música y relojes para intercambiar con los nativos.
En el continente africano, en la segunda mitad del siglo XIX, habían muchas regiones que no estaban colonizadas y eran hostiles a los extraños; los caminos eran casi inexistentes, pero a pesar de esos obstáculos, Africa era un reto para los aventureros viajeros. May partió en 1891 de Nápoles al Canal de Suez, luego Yemen y finalmente el puerto de Mombasa; valiente, decidida y muy independiente, quería llegar a las zonas que habitaba la tribu de los masais.
May intentó viajar con máximo confort llevando vestidos de seda, sombreros, pelucas, servicio de porcelana, cubiertos de plata, hasta una bañera de zinc, además de tiendas de campaña, camas plegables y un botiquín con fármacos para combatir las enfermedades. No faltaban paraguas, cajas de música y relojes para intercambiar con los nativos.
En el continente africano, en la segunda mitad del siglo XIX, habían muchas regiones que no estaban colonizadas y eran hostiles a los extraños; los caminos eran casi inexistentes, pero a pesar de esos obstáculos, Africa era un reto para los aventureros viajeros. May partió en 1891 de Nápoles al Canal de Suez, luego Yemen y finalmente el puerto de Mombasa; valiente, decidida y muy independiente, quería llegar a las zonas que habitaba la tribu de los masais.
Acompañada de más de 100 hombres, con su carácter firme pero compasivo, logró su respeto y confianza - ella les curaba las heridas - llamándola “Mujer jefe”. Acampó en el lago Chala y tras una larga y agotadora marcha, llena de peligros, la intrépida aventurera encontró al norte del Kilimanjaro, la región de los masais. “Eran espléndidos salvajes, llenos de energía y audacia”.
Seis meses después de su regreso, publicó en 1892, su libro “De sultán a sultán“ donde volcó sus experiencias, detallando las distintas tribus que conoció, transmitiendo la emoción de sus aventuras y el paisaje africano. May organizó varias exposiciones con los objetos traídos de Africa, que le valieron varias medalles. “La reina blanca del Kilimanjaro” fue miembro de la Real Sociedad Geográfica de Gran Bretaña y de varias asociaciones antropológicas. Su objetivo se había cumplido: demostró al mundo, que con voluntad y tenacidad, las mujeres podían hacer lo mismo que los hombres.
May Sheldon volvió a Africa en 1895 para hacer un estudio de las poblaciones del Congo, pero en 1914 en la guerra del Congo, al ver las condiciones de los trabajadores de las plantaciones, recolectó fondos para mejorarlas. Recibió el título de Caballero de la Orden de la Corona de Bélgica.
Tras el fin de esa guerra, realizó otros viajes a distintas partes del mundo. May Sheldon murió en Londres en 1936.
Fuentes y Bibliografía
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