Clara Campoamor nació en 1888 en Madrid. Política republicana y liberal española, defensora de los derechos de la mujer e impulsora del sufragio femenino.
Al quedar huérfana de padre, empezó a trabajar muy joven como modista, ayudando a su madre. En 1909 trabajó en Telégrafos hasta que, en 1914 empezó como profesora de adultas enseñando mecanografía, en el Ministerio de Instrucción Pública. Al mismo tiempo, colaboró en varios períodicos: La Tribuna, Nuevo Heraldo, El Sol y El Tiempo.
Con esfuerzo y determinación, Clara retomó sus estudios, siguiendo la carrera de Derecho y en 1925 empezó a ejercer como abogado; un año despúes se convirtió en la primera mujer que intervino ante el Tribunal Supremo. Participó en ciclos y conferencias universitarias, iniciándose en la actividad política. Encabezó en 1926 una manifestación oponiéndose a la política seguida en Marruecos (colonia española desde 1912 hasta 1956; según algunos historiadores logró la independencia del Imperio Español, recién en 1976).
Clara fundó la Asociación Liberal Socialista, pero la abandonó para integrar el Partido Republicano Radical, con el que, en 1931 fue elegida diputada por Madrid. Se afilió a este partido por ser "republicano, liberal, laico y democrático".
Durante este período defendió con energía la no discriminación por sexos, la igualdad legal de los hijos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, llamado voto femenino. Esto último la llevó a que se enfrentara con Victoria Kent, diputada por el Partido Socialista Radical, que consideraba inoportuno el reconocimiento del voto femenino.
Finalmente, prevalecieron las demandas de Clara y en diciembre de 1931, la Constitución aprobó el voto a todos los ciudadanos mayores de 23 años, sin distinción de sexo: la lucha de esta valiente mujer, liberal e independiente, contribuyó al avance de la Democracia, al camino de igualdad entre hombres y mujeres. Pero, en las elecciones de 1933 ganó la derecha política y las dos diputadas perdieron sus escaños.
La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), una alianza de partidos políticos católicos de derecha, que mostraba un claro apoyo a los regímenes fascistas de Alemania e Italia, ganó en 1933 y en 1936, a pesar de haber ganado el Frente Popular, maniobraron las elecciones para poder decretar la ley marcial y se anularon las garantías que había en la 2da. República.
Los partidos de izquierda culparon a Clara de la victoria de la derecha, de 1933, por su empeño en dar el voto a la mujer; ella se defendió en su libro "El voto femenino y yo: mi pecado mortal". Después del golpe militar de 1936, Clara huyó de Madrid y vivió en Francia donde publicó su libro en 1937: "La revolución española vista por una republicana". Este libro fue recientemente editado en español.
En el exilio vivió también en Argentina donde siguió escribiendo y trabajando de traductora. Cuando quiso volver a España, a comienzos de 1950, no se le permitió por haber pertenecido a la logia masónica Reivindicación. La dictadura militar de Franco sólo le permitía entrar, si delataba a otros masones españoles; Clara eligió el ostracismo y el exilio.
En 1955 se instaló en Lausana, Suiza, ejerciendo de abogada hasta que perdió la vista. Luchadora incansable por la emancipación y liberación de la mujer, de espíritu fuerte y decidido, luchó contra todos para conseguir una España más igualitaria, más equilibrada y más justa.
Clara Campoamor murió en Suiza, en 1972 a la edad de 84 años.
Tras la Transición política (1975), se hicieron homenajes y reconocimientos a esta valerosa mujer, principal defensora del voto femenino. La Secretaría del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) - aunque se había opuesto al voto femenino - instituyó el Premio Clara Campoamor (en marzo de 2009 fue su 15 edición), que se otorga a personalidades que se hayan destacado a favor de la igualdad y de los derechos de la mujer.
Fuentes y Bibliografía
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