Breve Biografía de Bertha von Suttner
Nació en una familia aristócrata y de gran tradición
militar, obtuvo el título de condesa de
Kinsky al nacer y fue criada por su
madre Sophie von Körner, ya que su padre murió unos meses antes que ella naciera.
Recibió una esmerada educación con profesores particulares, aprendió varios
idiomas y viajó en múltiples ocasiones. Ávida
lectora encontró en la biblioteca de su padre numerosos libros de historia. Con
el tiempo, la afición por el juego de su madre, hizo perder a toda la familia
la fortuna heredada.
En 1873 a los treinta años Bertha se mudó a Viena para
trabajar como institutriz de las cuatro hijas del barón Karl von Suttner. Tres años más tarde fue despedida al enamorarse del conde Arthur von Suttner
(1850-1902) el primogénito, que era
ingeniero y novelista; la familia se negó
a aceptar la relación porque Bertha al
no tener fortuna, sólo podía aportar el título. Se trasladó a París, a trabajar como
secretaria privada de Alfred Nobel (1833-1896).
Aunque su trabajo se redujo a unas pocas semanas, mantuvieron una gran
amistad y correspondencia hasta la muerte de Nobel.
Regresó a Viena en 1876 y se casó en secreto con Arthur
von Suttner, que fue desheredado. Se
trasladaron a Mingrelia en el Cáucaso, sobre las costas del Mar Negro y para sobrevivir tuvieron que dar clases de
idiomas y música. En 1877 al estallar la guerra ruso-turca Arthur publicaba
en semanarios alemanes reportajes de
guerra y viajes, mientras que Bertha como periodista, enviaba historias breves
y ensayos sobre el pacifismo, bajo el
seudónimo de B. Oulet, logrando mucho reconocimiento. En 1885 la pareja regresó
a Viena cuando su matrimonio fue aceptado por la familia del barón von
Suttner.
Tras la publicación de su gran libro, Bertha se convirtió en una líder del movimiento por la paz; luchadora incansable, dedicó gran parte de su tiempo a esta causa a través de sus escritos; recorrió toda Europa dando conferencias y participando en congresos internacionales. En 1891 fundó y presidió la Asociación Austríaca por la Paz; un año más tarde fundó y dirigió hasta 1899 la revista internacional “Abajo las armas”, llamada igual que su novela. En su correspondencia con Alfred Nobel le informaba sobre el progreso del movimiento de la paz, e intentaba convencerlo de su importancia y efectividad y le propuso la creación de un premio de la paz.
Alfred Nobel industrial
sueco inventor de la dinamita y fabricante de armas, muerto en 1896, inspirado e influido por las ideas de
Bertha, estableció en su testamento
destinar una parte de su fortuna para
premiar a personas destacadas en la ciencia, la literatura y por su compromiso
en la paz.
Bertha
y su esposo continuaron trabajando en busca de apoyo para la Conferencia de Paz
de La Haya en 1899; tras la muerte de
Arthur en 1902, con mucha determinación, siguió adelante en el empeño de
demostrar a los jefes de Estado de los
distintos países europeos que se podían resolver los problemas políticos sin las armas.
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