Santa Clotilde vivió entre los años 475-545, reina de los francos, hija del rey de Borgoña, Chilperico. Se casó en el 492 con Clodoveo I, rey de los francos, a quien logró convertir al cristianismo y fue bautizado en el año 496, junto a tres mil hombres de su ejército.
Fue un día grandioso para Clotilde y para la Iglesia Católica. Desde entonces la nación francesa ha profesado la religión católica y Francia la llamaba "Hija promogénita de la Iglesia". La reina era admirada por su bondad y generosidad, en socorrer a los pobres y a consolar enfermos y afligidos.
En el año 511 al quedar viuda, se retiró a Tours, vivió como una verdadera religiosa, y pasó el resto de su vida dedicada a la oración y a las buenas obras. Clotilde murió en el 545 y su cuerpo fue trasladado a París, en la Iglesia de los Apostoles. Fue venerada como santa.
En el año 511 al quedar viuda, se retiró a Tours, vivió como una verdadera religiosa, y pasó el resto de su vida dedicada a la oración y a las buenas obras. Clotilde murió en el 545 y su cuerpo fue trasladado a París, en la Iglesia de los Apostoles. Fue venerada como santa.
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