Paula Modersohn-Becker nació en Dresde en 1876. Pintora y precursora del expresionismo alemán. Perteneció a una familia muy culta y recibió una esmerada educación. Estudió en Bremen, al noroeste de Alemania, donde se habían trasladado y luego en Londres.
Se interesó por la pintura, pero por ser mujer, no tenía acceso a las academias de Bellas Artes, por lo que, en 1897, a los 21 años viajó a Worpswede para cursar clases de dibujo y pintura en la Asociación de los Artistas Berlineses. Worpswede era una colonia de artistas del impresionismo y expresionismo, en el norte de Alemania.
La primera exposición de Paula la realizó en 1899, en un museo de Bremen; tuvo críticas despiadadas. Viajó varias veces a París, donde el impresionismo de Cézanne (1839-1906) y Gaugin (1848-1903), el fauvismo de Matisse (1869-1954), el cubismo de Picasso (1881-1973), la impresionaron e inspiraron. La fuerza de sus pinturas refleja la influencia de todos estos movimientos.
Se casó con otro paisajista Otto Modersohn (1865-1943) en 1901, quien ya tenía una hija. Paula tomó como modelo a esta niña, para una serie de retratos. A pesar de que su esposo la alentaba en su trabajo, Paula sentía la falta de comprensión en la profundidad de su obra y su necesidad de ser más audaz y creativa. Los motivos de la naturaleza y la gente sencilla de la campiña, altos cielos, paisajes con lunas desvanecidas y ocasos de sol, ya no la satisfacían como artista. Quería ampliar sus horizontes.
En 1906 Paula dejó Worpswede y volvió a Paris. Allí el escultor Bernhard Hoetger (1874-1949), valoró su obra y la animó a estudiar anatomía. Valentía, audacia, transgresión, además de pinturas de naturaleza muerta, se dedicó a las pinturas de desnudos, a mujeres amamantando a sus hijos, hasta autorretratos enteramente desnudos, toda una revolución para la época. En sólo catorce años, desplegó todo su potencial en sus obras, sus cuadros más modernos, saturados de color, abarcan cerca de setecientos cincuenta pinturas y cerca de mil dibujos.
Su esposo viajó a París para estar juntos y en 1907 volvieron a Worpswede, pues Paula quedó embarazada. A los pocos días de nacer su niña, murió en 1907, víctima de una embolia pulmonar, a los 31 años de edad.
Después de su muerte se han hecho varias exposiciones con sus lienzos. Es la primera pintora en la historia del arte que tiene su propio museo, ya que en 1927 abrió sus puertas el museo que lleva su nombre, en Bremen. Su hija fundó en el año 1978 la "Fundación Paula Modersohn-Becker".
Fuentes y Bibliografía
1 comentario:
Muy bien poder encontrar estos artículos. Muchas gracias.
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