Estudió en la Universidad de Mujeres, donde fue alumna de María Eugenia Vaz Ferreira, a quien admiró mucho. Más tarde ingresó a la Facultad de Medicina y en 1929 se graduó de Médica. El mismo año de su graduación publicó su primer libro de poemas "Las ínsulas extrañas". Comenzó su labor como Médica Inspectora del Asilo Dámaso Larrañaga, luego ejerció la medicina en el Hospital Maciel y en la Intendencia Municipal de Montevideo.
Poco después de graduarse, Esther se casó con el médico psiquiatra Alfredo Cáceres, a quien conocía siendo estudiante de medicina, ya que era compañera de estudios de su hermano, Gonzalo Cáceres. Alternó su profesión de médica con la docencia como profesora de Literatura; daba charlas informales a grupos de diferentes edades, contestaba preguntas y con sus palabras cálidas y mucha generosidad, alentaba a los principiantes a desarrollarse en alguna actividad.
En la casa de Esther y Alfredo se formaban reuniones de intelectuales, escritores, artistas, psicólogos; el matrimonio mantuvo una larga y entrañable amistad con la poetisa Juana de Ibarbourou. A su vez, Esther frecuentaba otros círculos culturales montevideanos, como el Taller de Torres García, la Academia Nacional de Letras, entre otros.
La actividad literaria será la que más caracterizará la trayectoria de Esther. Es muy vasta su producción tanto poética como en prosa: "Libro de soledad (1933), "Cruz y Extasis de la Pasión" (1936), "El Alma y el Angel" (1937), "Espejos sin Muerte" (1941), "Concierto de Amor" (1944), "Los Cantos del Destierro" (1963), "Tiempo y abismo" (1965). Fue asimismo, destacada ensayista.
Escribió además varios artículos, acerca de problemas artísticos y espirituales: "Carlos Vaz Ferreira y la Cultura Uruguaya", "Ensayo sobre la poesía de Jesualdo Sosa, María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini y Enrique Casarvilla Lemos" y el prólogo a las obras completas de Parra del Riego.
Los temas religiosos ahondados e inspirados en la tradición cristiana, aparecen tratados con una gran pureza y alegría, con ardor y devoción intensa: en sus poemas cita mucho a los Ángeles buenos o de Luz, porque siempre están cerca del Creador. Su obra está considerada como la máxima expresión del lirismo místico uruguayo. Se destacó como profesora de literatura en Enseñanza Secundaria y en el Instituto Normal, sin abandonar, ni su carrera médica, ni su labor literaria.
Esther de Cáceres representó a Uruguay en diversos eventos intelectuales y obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1933, 1934 y 1941. Viajó a París, donde estudió en la Sorbone desde 1945 a 1948; fue agregada cultural en la Embajada de Uruguay en Washington, Estados Unidos, e integró la Academia Nacional de Letras desde el año 1961. Admiradora del pintor Joaquín Torres García difundió su obra; fundó y presidió el Museo Torres García.
Esther de Cáceres falleció en España, en 1971.
Fuentes y Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Esther_de_C%C3%A1ceres
https://www.smu.org.uy/dpmc/hmed/historia/articulos/esther_de_caceres1903%201971.pdf