Rosa Luxemburgo nació en 1871, en Zamosc, Polonia, cerca de la frontera con Rusia. Filósofa, política y lider revolucionaria polaca, de origen judío.
En esa época, Polonia estaba bajo el dominio de Rusia y las autoridades zaristas imponían la discriminación contra los judíos. Rosa tenía una brillante inteligencia y su familia le permitió estudiar, a pesar de los prejuicios de la época: estudió filosofía, historia, política y matemáticas de forma simultánea, y hablaba varios idiomas.
Abandonó Polonia por la persecución política, pues era militante socialista y se exilió en Suiza en 1889. En Zurich, Rosa ingresó en la universidad donde se doctoró con una tesis de economía política; tomó parte activa en el movimiento obrero local y en la intensa vida intelectual de los exiliados revolucionarios polacos y rusos. Se opuso al Partido Socialista Polaco, que quería una Polonia independiente, pues creía que la lucha debía ser contra el capitalismo: había que combatirlo porque invadía las economías primitivas, a través del imperialismo.
En 1898 se casó con Gustav Lübeck para tener la nacionalidad alemana, militando activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), hasta que en 1914 se opuso radicalmente a que éste apoyara la I Guerra Mundial, por considerarla un enfrentamiento entre imperialistas. Fundó junto a Karl Liebknecht (1871-1919) y Clara Zetkin en 1916, la Liga Espartaco, grupo marxista que luego se convertiría en el Partido Comunista de Alemania (KPD).
Rosa era una mujer llena de pasiones, escribía con convicción, polemizaba con agudeza, tenía una gran capacidad organizativa; de profundas ideas pacifistas, era reconocida como líder teórico del partido; su oratoria era cautivante: dirigió muchos mitines populares, inspirando a los revolucionarios, con el ideal del socialismo internacional.
Al terminar la guerra fundó el periódico La Bandera Roja, junto con Karl Liebknecht, donde exponía sus opiniones sobre los problemas sociales y económicos. Apasionada luchadora, valiente revolucionaria, trabajaba incansablemente por la libertad política, creía firmemente que el poder en manos de la clase trabajadora podía asegurar la paz y derrocar al capitalismo y al imperialismo. Participaba en cualquier tarea que creyese que adelantaría la revolución del proletariado contra la burguesía.
Con profunda convicción y confianza en sí misma, luchaba por sus ideales socialistas, era una marxista no ortodoxa, fue muy crítica con la forma de actuar de los otros marxistas y con las teorías de Marx, demostrando una libertad de pensamiento superior a la de sus contemporáneos. Estudiaba con obsesión, se entusiasmaba con las flores y las plantas, se apasionaba por la música y la pintura.
Expuso sus experiencias y conocimientos en varios libros "Huelga de masas, partido y sindicatos", "Reforma o Revolución", "La revolución rusa" y su obra más importante "La Acumulación de capital" de 1913.
Rosa recibió con entusiasmo la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia; pero como demócrata-socialista, tenía una posiciòn crítica hacia la política dictatorial de los bolcheviques, encabezada por Lenin (1870-1924), a quien criticaba públicamente. Sus ideas fueron repudiadas muy especialmente por el comunismo y los bolcheviques, porque siempre quiso destruir las estructuras de poder.
Rosa y Liebknecht fueron las figuras más importantes en las luchas antimilitaristas e internacionalistas dentro del Partido Social-demócrata Alemán. En 1918 estalló la revolución en Alemania; aunque se declaró estado de sitio, los militantes espartaquistas seguían difundiendo propaganda revolucionaria. Los Freikorps, grupo de paramilitares nacionalistas de derecha, reprimieron la revuelta con mucha violencia, incluyendo los asesinatos de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht en enero de 1919.
Fuentes y Bibliografía