María Lovisa Arberg nació en 1801 en Uppsala, Suecia. Primera médica y cirujana sueca.
Hija y nieta de enfermeras, Lovisa acompañaba a su madre a los hospitales observando cómo cuidaba a los enfermos.
A principios del siglo XIX las enfermeras eran simples ayudantes de médicos sin ningún estudio formal o preparación médica. Lovisa, curiosa e interesada en los pacientes, ponía atención en lo que hacía su madre.
Muy joven, se trasladó a Estocolmo a trabajar como doméstica; en su tiempo libre ayudaba a sus amigos en sus problemas de salud. Su fama se extendió y cada vez más personas, incluso gente adinerada, llegaban hasta ella a consultarle y recibir tratamientos médicos. Dejó su trabajo como empleada doméstica y se dedicó exclusivamente a ejercer como médico en la ciudad de Estocolmo.
Autodidacta y decidida, Lovisa tenía aptitud natural para la profesión médica, sus clientes eran de todas las clases sociales; con mucha paciencia y gran generosidad atendía a los pacientes pobres sin cobrarles nada: su clínica era conocida precisamente como “la clínica de los pobres”. Era muy apreciada y reconocida por los pacientes, pero fue rechazada por la sociedad médica y acusada de charlatanería ya que actuaba sin licencia médica.
Toda "mujer sabia" o sanadora tenía prohibido recetar medicamentos sin licencia médica, pues comprometía la salud del enfermo y se consideraba que era ignorante del arte de la medicina. Lovisa tuvo que rendir examen frente a las autoridades médicas dando grandes pruebas de conocimientos y capacidad como sus colegas varones, Fue absuelta de la acusación de charlatanería y se le otorgó el permiso para ejercer como médica. Algo grandioso para la época, ya que recién en 1870 en Suecia, las mujeres pudieron ejercer la medicina.
Lovisa recibió en 1852 una medalla del rey Oscar I (1799-1859) de Suecia por su trabajo, por lo que ganó reconocimiento como la primera mujer doctora de su país. Era mucho el trabajo que tenía, y su salud se deterioró; luego de casi cuarenta años de ejercer la medicina, Lovisa se retiró en 1871.
Lovisa Arberg murió en Estocolmo en 1881.