Flora Tristán, nació en París en 1803, en plena época napoleónica. Escritora y activista francesa, era hija de un coronel peruano Marino Tristán y de la francesa Anne Laisney.
Creció en un hogar de lujo, pero la muerte de su padre, cuando tenía sólo 4 años, llevó a su familia a la extrema pobreza. Su condición de hija bastarda de un matrimonio no legalizado en París, la condenan para siempre al destino de "paria". Flora comenzó a trabajar muy joven como obrera de un taller de litografía y con apenas 17 años se casó con el propietario, André Chazal, con quien tuvo tres hijos.
Flora sufrió maltratos tanto físicos como psíquicos de parte de su esposo; trabajó como criada de una familia inglesa, por lo que debió viajar a Inglaterra. Empezó así una lucha legal por la custodia de sus hijos, que duraría 12 años.
La vida de carencia, sus amargas vivencias y al ver en Londres la explotación de la clase obrera, despertaron en ella una actitud revolucionaria que la convirtió en la precursora del movimiento feminista.
En 1833 Flora viajó a Perú, para reclamar la herencia paterna, pero solamente consiguió una pensión mensual. Pasó un período en ese país donde vio la gran diferencia entre las distintas clases sociales; allí empezó su labor para concientizar a la población por una sociedad más justa e igualitaria. Incitó a las mujeres de Lima y Arequipa para que buscaran su liberación y lucharan por sus derechos.
Regresó a Europa donde hizo una campaña a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los trabajadores y contra la pena de muerte. Expuso sus pensamientos revolucionarios y socialistas en sus libros: "Peregrinaciones de una Paria" (1838), "Paseos en Londres" (1840), y "Los obreros de las fábricas". Flora asumió un compromiso moral inquebrantable, una lucha incesante por la justicia y la evolución social.
Las persecuciones de su marido continuaron, hasta llegar al intento de asesinato, al dispararle en la calle, dejándola malherida, en 1838. Finalmente fue condenado y ella consiguió librarse de él.
En 1840 publicó "Unión Obrera", donde denunció la situación de miseria e ignorancia de las trabajadoras, clamó por la necesidad de educarlas, puesto que "negar la educación a las mujeres está en relación con su explotación económica". Flora confiaba en que educar bien a la mujer suponía el principio de la mejora intelectual, moral y material de la clase obrera. Karl Marx la reconoció como "precursora de altos ideales nobles".
Flora Tristán murió en Burdeos, en 1844 víctima del tifus, a los 41 años.
Fuentes y Bibliografía
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