Sophia Jex- Blake nació en 1840 en Hastings, al sur de Inglaterra. Una de las primeras mujeres médicas en el Reino Unido.
Sus padres, un exitoso abogado y una madre muy religiosa, eran anglicanos evangélicos y tenían un concepto muy tradicional sobre la educación. Sophia asistió a escuelas privadas del sur de Inglaterra y, a pesar de la oposición de sus padres, en 1858 se matriculó en el Queen' s College, de la Universidad de Cambridge, en Londres; siendo aún estudiante ejerció como profesora de matemáticas, sin goce de sueldo, pues su familia no admitía que su hija aceptase un salario.
Tras un corto período en Alemania, trabajando como profesora de inglés, Sophia viajó a Estados Unidos en 1865, con el deseo de visitar instituciones dedicadas a la educación de las mujeres. Su interés era ayudar a las mujeres de clase media a conseguir una formación profesional y un posterior empleo. Sophia visitó escuelas donde se admitía a todas las personas aspirantes, independientemente de su sexo, raza o religión, y accedían a los mismos exámenes, tanto hombres como mujeres. Escribió un libro sobre estas experiencias de coeducación, que fue editado en 1867.
En Boston hizo amistad con la doctora Lucy Sewal, médica del Hospital de Nueva Inglaterra para la Mujer y los Niños; aquí Sophia trabajó como asistente, atendiendo a los pacientes, la mayoría mujeres pobres, lo que le ayudó a definir su vocación: dedicarse a la medicina. Muy decidida pidió ser admitida en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, pero su solicitud fue rechazada porque no aceptaban mujeres. Tras varios intentos, al ver frustrados sus deseos, se trasladó a Nueva York y comenzó los estudios en la Escuela de Medicina para Mujeres de la doctora Elizabeth Blackwell.
Sus ilusiones otra vez, se vieron truncadas por la muerte de su padre en 1868. Sophia volvió a Inglaterra y entró en la Universidad de Edimburgo, desde 1869 a 1874; al mismo tiempo que estudiaba, desarrolló una continua actividad para superar las grandes dificultades que a ella y a sus compañeras de la universidad, le impedían el acceso para recibir el título y la posterior práctica como doctoras. Con gran capacidad organizativa y de liderazgo, Sophia consultaba con abogados, reclamaba, hablaba con los profesores para que las aceptasen en salas de hospital y hasta acudía a la prensa.
Las horas en que se reunía con los asesores legales le impedían dedicarse al estudio, por lo que sufrió la humillación de suspender por dos veces el examen. mientras sus compañeras los aprobaron en 1871. En 1874 se fundó la Escuela de Medicina de Londres, fruto de su empeño y voluntad para lograr que una ley permitiera el acceso de las mujeres a la Universidad. En 1876 luego de varias solicitudes Sophia y dos de sus compañeras fueron admitidas para realizar el examen de Comadronas, pero otro obstáculo, la Sociedad de Obstetricia impidió que se formara tribunal examinador.
Sophia se trasladó a Suiza, en 1876 donde pudo realizar sus exámenes y presentó su tesis sobre el tema de la fiebre puerperal, obteniendo por la Universidad de Berna, su título de doctora en 1877. En el año que estuvo en Suiza, se aprobó en el Reino Unido la Ley de Russell Gurney, que permitía a los Tribunales Examinadores admitir mujeres.
Russell Gurney (1804-1878) político inglés del Partido Conservador impulsó varios proyectos de ley, entre ellos la Ley de Medicina en 1876 que permitió a las mujeres ejercer como médicas.
Sophía, tras su graduación, se presentó frente al Tribunal Examinador de Inglaterra, para obtener su licencia. Fue la tercera mujer que accedió al Registro de Médicos; al volver a Edimburgo en 1878, fue la primera mujer doctora en Escocia, abrió un dispensario en su gran casa de Bruntsfield donde asistía a pacientes pobres.
En 1885 este dispensario se transformó en el Hospital y Dispensario para Mujeres; Sophia creó también un año después, la Escuela de Medicina de Edimburgo para la Mujer. En 1886 se publicó su libro "La Medicina: Profesión para la Mujer". En 1892 las Universidades de Escocia abrieron las puertas a las mujeres. Sophia se retiró en 1898 y el Hospital y Dispensario de mujeres que ella fundó, fue durante noventa años sede del hospital de mujeres, llamado Brunstfield Hospital.
A pesar de las numerosas dificultades que tuvo que enfrentar, fue una luchadora incansable sobre los derechos a la educación de la mujer, líder del grupo de pioneras que accedieron a la facultad de medicina; también fue activista por el sufragio femenino. Publicó tres libros y numerosos artículos y cartas al periódico.
Se trasladó a Sussex, al sur de Inglaterra, allí paso los últimos doce años de su vida y su casa era lugar de reunión de personas ligadas a la medicina, al arte y la literaturá. Sophia Jex-Blake murió en 1912.
Fuentes y Bibliografía
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