Beatriz de Nazaret nació en 1200 en Tirlemont, cerca de Lovaina, Bélgica. Monja cisterciense.
Hija de un padre rico y muy piadoso, Beatriz, la menor de seis hermanos, recibió una formación muy sólida; a los siete años al quedar huérfana de madre, su padre la envió a una comunidad de beguinas; años después entró en un convento que su padre ayudó a restaurar.
La orden cisterciense o Santa Orden del Cister es una orden monástica católica, fundada por Roberto de Molesmes (1028-1111) en 1098, en la Abadía de Císter; pero fue Bernardo de Claravel (1090-1153), quien con su influencia y prestigio personal - hasta hoy el Maestro Espiritual de la Orden - hizo expandir la orden por toda Europa. Es una reforma de la regla benedictina y promueve el ascetismo, el rigor litúrgico y el trabajo manual.
Basándose en la profundidad de sus experiencias místicas, y en la lectura de los textos de San Juan "El amor procede de Dios", escribió un hermoso libro en flamenco medieval: "Las siete formas de amor". De manera sencilla y en forma de diario íntimo, expresó su deleite espiritual, su gozo de cómo la ascensión de su alma se acercaba a Dios. El tratado es muy sintético, siete capítulos que corresponden a las siete moradas del alma, pero en cada palabra supo expresar su búsqueda absoluta del amor: "ella es amor y el amor reina en ella, en lo que hace y lo que evita hacer". Soportaba y aceptaba los sinsabores y tormentos si el sufrimiento la acercaba más a Dios. El amor la daba muerte y le devolvía la vida, le daba salud y la volvía a herir.
Sus lecturas preferidas eran la Biblia y los tratados sobre la Santísima Trinidad. Su anhelo era vivir de acuerdo a la imagen de Cristo. Beatriz de Nazaret murió en el año 1269.
Hija de un padre rico y muy piadoso, Beatriz, la menor de seis hermanos, recibió una formación muy sólida; a los siete años al quedar huérfana de madre, su padre la envió a una comunidad de beguinas; años después entró en un convento que su padre ayudó a restaurar.
La orden cisterciense o Santa Orden del Cister es una orden monástica católica, fundada por Roberto de Molesmes (1028-1111) en 1098, en la Abadía de Císter; pero fue Bernardo de Claravel (1090-1153), quien con su influencia y prestigio personal - hasta hoy el Maestro Espiritual de la Orden - hizo expandir la orden por toda Europa. Es una reforma de la regla benedictina y promueve el ascetismo, el rigor litúrgico y el trabajo manual.
Beatriz empezó una vida de gran austeridad y de penitencias: pasaba las horas orando para tratar de descubrir el designio de Dios. Era tan grande su amor a Dios, que para identificarse con Él, llegaba a la flagelación de pies y pecho con espinas, utilizaba cilicios de cuerda para atarse al cuerpo y dormía sobre el suelo. Su vida espiritual se centraba en el amor, la piedad y la generosidad: se dedicaba a la caridad con sus hermanas de comunidad y con toda clase de gentes. También recibía a almas atormentadas y pecadores, para ellos, Beatriz utilizaba la oración para que se vieran liberadas del pecado.
Meditaba mucho sobre la Pasión y el Misterio de la Trinidad, tuvo experiencias místicas, aceptaba todo lo que el Señor le pedía, despojándose de su propia voluntad. Aprendió a copiar manuscritos y a confeccionar libros litúrgicos de coro. En 1236 se trasladó al monasterio de Nazaret y dos años después fue la superiora, cargo que ocupó hasta su muerte. Era muy apreciada por sus ejemplos de virtud y piedad.
Meditaba mucho sobre la Pasión y el Misterio de la Trinidad, tuvo experiencias místicas, aceptaba todo lo que el Señor le pedía, despojándose de su propia voluntad. Aprendió a copiar manuscritos y a confeccionar libros litúrgicos de coro. En 1236 se trasladó al monasterio de Nazaret y dos años después fue la superiora, cargo que ocupó hasta su muerte. Era muy apreciada por sus ejemplos de virtud y piedad.
Basándose en la profundidad de sus experiencias místicas, y en la lectura de los textos de San Juan "El amor procede de Dios", escribió un hermoso libro en flamenco medieval: "Las siete formas de amor". De manera sencilla y en forma de diario íntimo, expresó su deleite espiritual, su gozo de cómo la ascensión de su alma se acercaba a Dios. El tratado es muy sintético, siete capítulos que corresponden a las siete moradas del alma, pero en cada palabra supo expresar su búsqueda absoluta del amor: "ella es amor y el amor reina en ella, en lo que hace y lo que evita hacer". Soportaba y aceptaba los sinsabores y tormentos si el sufrimiento la acercaba más a Dios. El amor la daba muerte y le devolvía la vida, le daba salud y la volvía a herir.
Sus lecturas preferidas eran la Biblia y los tratados sobre la Santísima Trinidad. Su anhelo era vivir de acuerdo a la imagen de Cristo. Beatriz de Nazaret murió en el año 1269.
No hay comentarios:
Publicar un comentario