Kate Marsden nació en 1859 en Londres, Inglaterra. Enfermera y exploradora británica.
Fue la menor de ocho hermanos, se educó cerca de Londres y estudió de enfermera. Durante la guerra ruso-turca (1877-1878) Kate, junto a otras enfermeras británicas, se unió a la misión de la Cruz Roja en Bulgaria y, mientras estaba de guardia en el hospital de campaña cuidando a los heridos, vio por primera vez personas enfermas de lepra. A su regreso a Inglaterra, conmovida por los sufrimientos de los leprosos, decidió con gran generosidad, trabajar para ellos, pero antes debía tener ayuda y experiencia. Profundamente religiosa y miembro de la Iglesia Protestante, continuó desempeñándose como enfermera en las zonas más desfavorecidas de Londres y Liverpool, además de cuidar a sus hermanos enfermos de tuberculosis.
Con mucha voluntad y perseverancia, con la aprobación y el patrocinio de la Reina Victoria de Inglaterra y de la Emperatriz de Rusia, en 1890 Kate viajó a Palestina, Egipto y Constantinopla a visitar las colonias de leproso, con el fin de obtener información sobre el tratamiento de la lepra y sus cuidados. En Constantinopla supo de una hierba medicinal que se suponía curaba la lepra y que crecía sólo en Siberia. A fines de ese mismo año, retornó a San Petersburgo, en Rusia, para dirigirse a Yakutsk (=en español Yakutia), en el extremo de Siberia Oriental. En ese peligroso y agotador viaje, sin conocer ni el país ni el idioma ruso, Kate, acompañada de una escolta de cosacos, recorrió más de tres mil kilómetros, con bajísimas temperaturas, en tren, a caballo, en trineo, soportando tormentas, cruzando ríos; a pesar de todos los inconvenientes y dificultades, nada la detuvo en su empeño.
Por temor al contagio, los leprosos eran alejados de la comunidad, quedando aislados en los apartados bosques de Yakutia: vivían en terribles condiciones y sin esperanza de una vida mejor, no habiendo remedios para aliviar sus sufrimientos. Kate sentía que Dios la había guiado hacia ellos y logró consolarlos, darles confianza y prometer una asistencia más adecuada. Con tenacidad, entusiasmo y gran determinación, consiguió ayuda económica, enfermeras y monjas para el hospital de leprosos en Viluisk, una zona muy cerca de Yakutia, que se inauguró a fines de 1892. Fue la primera institución para leprosos en Siberia y existió hasta comienzos de la década de 1960.
De regreso a Inglaterra Kate escribió un libro donde relató su viaje y sus experiencias “En el trineo y paseos a los leprosos de Siberia”; ha dado conferencias en Europa y Estados Unidos para dar a conocer la difícil situación de estos enfermos y recaudar fondos. La hierba que encontró no curó la enfermedad, pero con lo que ganó por el libro construyó un hospital para atender a los enfermos de lepra.
Kate Marsden fue una de las primeras mujeres en ser miembro de la Sociedad Real Geográfica, se convirtió al catolicismo y fundó en 1895 en Londres, la institución de beneficencia Gremio de Leprosos San Francisco; tenía planeado otro viaje a Siberia, pero murió en 1931, antes de poder realizarlo.
Fuentes y Bibliografía
No hay comentarios:
Publicar un comentario