Breve Biografía de Isabella Leonarda
Isabella pertenecía a una antigua y próspera familia piamontesa entre cuyos miembros había importantes funcionarios y caballeros de la Iglesia. Su padre Giannantonio Leonardi ostentaba el título de conde y era abogado.
No se sabe con certeza si Isabella recibió algún tipo de educación en la infancia, debido a su alta situación social; a los dieciséis años entró como novicia en el convento de Santa Úrsula de Novara, siguiendo así la costumbre tradicional, mantenida a mediados del siglo XVII, dentro de las familias nobles a entregar a algunos de sus hijos al servicio de la Iglesia. Según algunos historiadores en el convento Isabella estudió con Gasparo Casati (1610-1641) un compositor que era maestro de capilla desde 1635 hasta su muerte.
En el convento permaneció Isabella a lo largo de toda su vida; dedicó su vida conventual a componer obras musicales, en su tiempo de descanso, sin faltar a las obligaciones como monja. Se cree que Isabella era magistra musicae (=profesora de música) y enseñaba a otras monjas y a las alumnas a tocar música. Era considerada una monja ejemplar y desempeñó varios puestos de autoridad: como Madre Superiora (1686) y a partir de 1693 como Madre Vicaria.
Como joven compositora escribió partituras de obras sacras, predominando el género del motete a voce sola acompañada de instrumentos, pero también conciertos de una a cuatro voces, salmos, responsorios, letanías, misas y sonatas da chiesa. Isabella fue una compositora de gran prestigio en su ciudad natal, pero su música era poco conocida en otras ciudades de Italia.
Isabella tenía más de 50 años cuando comenzó a componer con regularidad y a publicar sus obras. Tenía habilidad para el canto gregoriano y la polifonía; se la llamó la “Musa di Novara” y fue la monja compositora más prolífica de la época del barroco: ella pensaba que el principio de la música era Dios. Pudo estrenar sus obras en el grupo musical del Colegio. En 1684 fue publicado en Bologna su primera colección de motetes a voce sola firmados como Isabella Leonarda, Madre del Colegio de Santa Úrsula. Fue la primera mujer en publicar sonatas, componiendo muchas a lo largo de su vida y eran interpretadas como piezas de concierto para el entretenimiento, acompañadas con violines y órgano.
Procuró estar siempre vinculada a la sociedad dedicando cada obra a una personalidad de poder o de buena posición social, como forma de buscar apoyo financiero para el convento. Dejó una producción de cerca de 200 composiciones; casi todas sus creaciones llevan doble dedicatoria: a la Virgen María y a una persona viva como el arzobispo de Milán, el obispo de Novara y el emperador Leopoldo I (1640-1705) del Sacro Imperio Romano. Era una mujer que gozaba de muy buena salud, algo muy poco habitual en esos años: su última obra publicada fue la "Motetti a voce sola" en 1700 cuando tenía 80 años.
Isabella Leonarda falleció en 1704.
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