María Pérez de Villanañe, llamada "La Varona de Castilla", en el Siglo XII, apodo que le dio el rey de Castilla, Alfonso VII. El momento histórico se sitúa alrededor del año 1109, durante las guerras de Castilla y Aragón. Castilla defendía a la reina Urraca y al rey Alfonso VII, mientras que Aragón estaba a favor del su rey Alfonso I.
María luchó al lado de sus hermanos, vistiendo armadura de la familia, a favor del rey de Castilla, Alfonso VII. Este rey se confabuló con la aguerrida María Pérez y con Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, para humillar a Alfonso I, el Batallador, rey de Aragón, que quería medir fuerzas con el Cid. En el año 1080 el rey aragonés fue vencido, pero no por el Cid, sino por María Pérez, disfrazada de varón, que lo venció y lo capturó. El rey de Castilla admirado de su valentía, le dijo: "No habéis obrado como una débil mujer, sino como un fuerte varón", y le dio el título de Varona.
María Pérez era una mujer muy corpulenta, que no tuvo reparos en vestir y adoptar el papel de un hombre para formar parte de las filas militares en plena reconquista: montaba a caballo al estilo masculino, manejaba la espada y el mandoble (golpe que se da con la espada sujetándola con las dos manos) como un hércules. Y tenía fama que peleó cuerpo a cuerpo con el vigoroso monarca aragonés.
Aunque virtuosa y honesta, su fisiología le imponía un régimen de comidas abundantes. Se casó con el infante Don Vela y vivió hasta edad muy avanzada.
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