Breve Biografía de Salomé Ureña de Henríquez
Salomé Ureña de Henriquez nació en 1850, en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. Destacada poetisa y educadora.
Nació en una familia de gran cultura, recibiendo de su madre las primeras lecciones educativas: aprendió a leer a los cuatro años. Su padre el escritor y educador Nicolás Ureña (1822-1875) le enseñó la lectura de los clásicos, lo que permitió a Salomé tener una vasta formación intelectual. Vivió su infancia en una época alternativa de paz y de guerra en su país.
En 1844 la República Dominicana logró la independencia, pero la paz duró poco, ya que los conflictos políticos entre liberales y conservadores, la nueva anexión a España en 1861, el caudillismo y el despiadado período corrupto de Buenaventura Báez (1812-1884), que quería anexar el país a los Estados Unidos, dificultaron la economía del país y la paz social.
Salomé comenzó a escribir poemas a los quince años, publicándolos dos años después bajo el seudónimo de Herminia, nombre que usó hasta 1874. Una de sus primeras poesías llena de ternura fué “Un himno y una lágrima, a la prematura muerte del joven poeta Lorenzo Puente Acosta”, publicada en el Boletín Oficial de Santo Domingo, en octubre de 1870. Muchos de sus poemas aparecían en periódicos de Santo Domingo: El Nacional, La Opinión, Letras y Ciencias, y a veces, en periódicos extranjeros, recibiendo grandes elogios.
La guerra nacionalista contra España, luego las guerras civiles y las revueltas militares, hicieron surgir en Salomé el amor a su patria, deseando verla libre e independiente. Algunos de sus poemas “A mi Patria”, “Ruinas”, “La Fe en el Porvenir”, “En defensa de la Sociedad”, muestran tanto su melancolía y tristeza por el caos en que vivía su país, así como su fervor patriótico.
En 1874 se editó la primera antología de poetas dominicanos Lira de Quisqueya donde fueron incluidas diez de sus composiciones. A partir de entonces Salomé comenzó a firmar sus poesías con su verdadero nombre; era considerada una gran poetisa patriótica, y en 1878 la Sociedad Literaria Amigos del País la condecoró con una medalla por su obra. En 1880 publicó su primer libro “Poesía de Salomé Ureña”, con 33 poemas y la leyenda Anacaona; patrocinada por la Sociedad Amigos del País, fue la primera colección de poemas publicada por una mujer dominicana.
A los veintinueve años, en 1880 se casó con el doctor y escritor Francisco Henríquez y Carvajal (1859-1935). Gran luchadora por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, en 1881 Salomé fundó junto a su esposo, el primer centro de Educación Superior para Mujeres de la República Dominicana, bajo el nombre de Instituto de Señoritas. Esta gran educadora asumió con entusiasmo y dedicación la enseñanza, siendo una innovadora de la educación femenina, al seguir las pautas educativas del gran pedagogo y escritor puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839-1903). El instituto se inauguró con sólo catorce alumnas, siendo seis las primeras maestras que se graduaron en 1887.
Durante cuatro años, desde 1887 a 1891, Salomé dirigió sola el instituto, ayudada por las maestras recién recibidas, ya que su esposo Francisco viajó a Francia a perfeccionar sus estudios de medicina. Alternó con gran valentía la literatura y la pedagogía junto con la maternidad: habían nacido ya tres de sus cuatro hijos: Francisco, Pedro Nicolás y Maximiliano a quienes inculcó el amor a la patria y una formación humanística. En 1894 nació su única hija Camila Henríquez Ureña: todos los hijos se convertirán con el correr de los años, en grandes figuras del siglo XX, como escritores, filósofos, humanistas y críticos de arte.
En su vasta obra literaria, junto a los temas de amor a la patria y la fe en el progreso moral, Salomé también incluía temas de su entorno familiar: “Horas de angustia”, “En el nacimiento de mi primogénito”, “Mi Pedro”, “La llegada del invierno”. Fue distinguida como miembro de honor de varias organizaciones literarias y artísticas de la época: “Sociedad de Amigos del País” de Santo Domingo; “Fe en el Porvenir” de Puerto Plata, del Liceo de Puerto Príncipe de Cuba, y de la sociedad Alegría de Venezuela.
El Instituto de Señoritas fue cerrado en diciembre de 1893 por órdenes del dictador Ulises Heureaux (1845-1899), pero reabrió en enero de 1896 bajo la dirección de las hermanas Eva María (1869-1945) y Luisa Ozema (1870-1927) Pellerano, quienes formaran parte del primer grupo de maestras graduadas.
Salomé Ureña de Henríquez murió en 1897, a los 46 años de edad, víctima de la tuberculosis; luego de su muerte el Instituto llevó su nombre. El 21 de octubre, día de su nacimiento, fue declarado Día del Poeta en su honor.
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