Rosario Sánchez Mora, conocida como la "Dinamitera" nació en Villarejo de Salvanés, en Madrid, en 1919. Miliciana española en la Guerra Civil.
Vivió en esa localidad hasta los 16 años, en 1935 se trasladó a Madrid a casa de unos amigos. Se hizo militante comunista y se afilió a las Juventudes Socialistas Unidas en Madrid. Al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939), Rosario tenía 17 años y fue una de las primeras mujeres en alistarse como voluntaria en las milicias populares del Quinto Regimiento; aunque era un grupo creado por el Partido Comunista de España, había defensores de la República de distintas ideologías, incluídos antiguos militares leales a la República.
Formaban parte del Quinto Regimiento numerosos escritores y poetas comunistas, como Rafael Alberti (1902-1999), Miguel Hernández (1910-1942), María Teresa León (1903-1988), el médico Juan Planelles Ripoll (1900-1972) y el pintor y escultor Alberto Sánchez Pérez (1895-1962) entre muchos otros. No sólo defendían la capital española de las tropas de Franco, también impulsaban actividades sociales y culturales: bibliotecas y “guerrillas teatrales” se formaban en las calles y en el frente de batalla. Al no saber nada de instrucción militar, a Rosario la destinaron a la sección de dinamiteros, fabricando bombas caseras. Al manipular con dinamita, estalló un cartucho y perdió la mano derecha.
Tras su salida del hospital, muy decidida Rosario volvió al frente de batalla y en 1937 el Estado Mayor Republicano intervino en la ofensiva hacia Brunete, al oeste de Madrid para frenar el avance de los franquistas. Fue uno de los enfrentamientos más sangrientos de la Guerra Civil, y aunque el Ejercito Popular Republicano luchó con valentía, sufrió la derrota y tuvieron que huir hacia Alcalá de Henares. Fue en esta batalla que la fotógrafa alemana Gerda Taro perdió la vida.
Poco tiempo después Rosario se casó con un sargento del Regimiento; mientras su marido siguió luchando en otras batallas, ella estando embarazada, trabajó con Dolores Ibárruri la "Pasionaria” para reclutar mujeres para la milicia. Trabajó allí hasta que nació su hija Elena, pero perdió todo contacto con su esposo. Miguel Hernández la inmortalizó en un poema Rosario Dinamitera, que incluyó en su libro "Vientos del pueblo" editado en 1937.
Al terminar la guerra en 1939, con el triunfo del franquismo tomando la capital española, todos los integrantes del Ejército Popular Republicano se vieron sometidos a persecución, encarcelamiento y fusilamiento. Rosario al tratar de huir de España, fue detenida y condenada a 30 años de prisión, por el delito de adhesión a la rebelión; luego de tres años de encierro, fue liberada el 28 de marzo de 1942, el mismo día que moría en la cárcel de Alicante, Miguel Hernández.
Al ser anulados por Franco los matrimonios civiles, su marido volvió a casarse, trasladándose a Oviedo, en el norte de España. Rosario para mantenerse empezó a vender tabaco americano de contrabando, y luego abrió un pequeño comercio en Madrid, en el cual estuvo durante más de veinte años hasta su jubilación.
En el 2007 el Partido Comunista Español rindió homenaje a todas las mujeres republicanas; allí Rosario había declarado que “no tenía miedo a morir, perdí la mano, pero iba dispuesta a perder la vida”.
Gran luchadora, defensora de la libertad contra el fascismo reaccionario, Rosario Sánchez Mora falleció en Madrid en el 2008, a los 88 años. En su sepelio se entonaron los versos del poema Rosario, dinamitera; sus restos fueron llevados al Cementerio Civil, en el que yacen también los restos de La Pasionaria.
Fuentes y Bibliografía
1 comentario:
Muy buena entrada. Esa mano la dio por nuestra libertad, por nuestros derechos. Recirdemos siempre a mujeres como Rosario, porque tienen el mérito de haber participado en una doble lucha: la de los derechos fundamentales y la del feminismo, tan solo con su actitud valiente. En realidad... Ambas luchas son caras de una misma moneda.
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